Cuentos cortos.
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Cuentos cortos.
Una de las formas mas interesantes de literatura son los cuentos cortos. Pueden ser sencillos o complejos, pero todos tienen algo que decir. Dado que una de mis adicciones es leer me gustaria ver que cuentos salen de sus mentes. ¿Serán tiernos? ¿macabros? ¿chistosos?. Sorprendanme a mi y a los demas sakeros.
Como entrada voy a poner uno de mis cuentos, algo viejo, pero talvez les guste.
Pertenece a una compilacion que llame Sagradas escrituras y se llama simplemente Angel.
Ahora les toca a ustedes.
Como entrada voy a poner uno de mis cuentos, algo viejo, pero talvez les guste.
Pertenece a una compilacion que llame Sagradas escrituras y se llama simplemente Angel.
- Spoiler:
Ángel
Estoy muerto, de eso no hay duda. Deben recordar eso
si quieren comprender lo que digo. No diré donde nací, pues ni yo mismo lo se.
De nada serviría que les diera mi nombre. Seria en vano, no existo ya en los
registros del hombre. O tal vez si, pero no con mi nombre. Muchos dicen
conocerme, pero la verdad pocos me han visto. Algunos me culpan de sus vicios y
sus crímenes. Es fácil culpar a quien no puede defenderse. Y yo no puedo.
Ya dije que no diré donde y cuando nací, pero se que
nací alguna vez. Y tuve una niñez feliz, aunque muchos quieran culpar a su
niñez de sus actos perversos. Yo no. Se que soy responsable de todo lo que hice
en vida, si es que puedo llamarle de ese modo. No me arrepiento, solo los
necios se arrepienten de seguir sus sueños, y eso fue lo que hice. Los seguí
hasta morir.
Todo comenzó cuando le conocí. El era nuestro líder y
amigo. Todos lo admirábamos. Creíamos que alcanzaría la cima del universo,
talvez más. Su nombre era muy conocido. Ahora solo algunos ancianos, unos cuantos
supersticiosos, muchos engreídos y no pocos locos lo recuerdan. Sus hechos
fueron casi todos ignorados. Es natural. Cuando tus hechos cambian el destino
de la humanidad lo más fácil es olvidarte. Siempre ha pasado. Siempre pasará.
Nosotros le llamábamos Sam. Era su diminutivo. Luego, siempre que salíamos,
usaba ese como su nombre real.
No se cuanto tiempo ha pasado desde eso. Talvez una
eternidad. Talvez dos. El tiempo pasa distinto en nuestras almas. A veces no
pasa del todo.
Nuestro trabajo era duro, sin embargo estábamos
orgullosos de el. Nuestro Jefe era justo y amable y nuestra labor la más
importante. A veces extraño el pasado. Sin embargo algo cambió. Un día el Jefe
desarrollo algo completamente nuevo. Una nueva tecnología. Todos estábamos ansiosos.
Corría el rumor de que todos gozaríamos de ella y nuestra vida sería mejor.
Solo Sam callaba. Eso nos puso alerta. Sabíamos que era el hombre de confianza
del Jefe y que también estaba en el Consejo Superior. Y eso no era poco.
Un día de tantos, veinte de nosotros fuimos citados
en secreto a un lugar alejado. Cuando estuvimos reunidos, vimos a Sam en el
puesto principal. Muchos se sorprendieron, pero yo lo esperaba. Y comenzó la
reunión.
Fue corta, pues solo había un tema a tratar: la nueva
tecnología. Entonces Sam nos contó lo que sabía.
El consejo había decidido que la tecnología era muy
peligrosa para ser usada, pero el jefe tenía confianza en ella y decidió
otorgarla a una tribu bárbara para que la usara. Sam alego que era inútil, pues
ni en un millón de años la comprenderían bien, que era un desperdicio. Muchos
le secundaron. Mas el Jefe dijo que tardarían no solo uno, si no seis millones
de años en comprenderla, pero que el enviaría técnicos periódicamente a
ayudarles. Nosotros alegamos que las religiones bárbaras ya habían causado
problemas en los técnicos y ya antes los habían rechazado a muerte. Sin
embargo, cuando llegó la votación nadie se atrevió a contradecir al jefe.
Quedamos atónitos. Todos respetábamos al señor, pero
eso no parecía justo. Sam nos dijo entonces su plan. Consistía en que
viajaríamos de incógnito y nos mezclaríamos en la tribu, para así ver si eran
merecedores del don que se les daba. Pero nos advirtió que si éramos
descubiertos, nuestro castigo seria terrible. No lo dudamos un instante. Por
algo solo nos había reunido a Veinte. Todos éramos de un corazón similar y
aceptamos sus condiciones. Hicimos un juramento de fidelidad y lealtad. Ese fue
el principio del fin. Al lugar lo llamamos el monte del juramento, pues ahí
juramos en contra de nuestro señor. E iniciamos nuestro viaje.
Al inicio fue duro. Para no despertar sospechas
habíamos cambiado nuestras luminosas vestiduras por unas opacas y toscas de los
nativos. Además no nos era permitido para nuestra misión el uso de nuestra
tecnología, así que vivimos igual a esos seres primitivos. Fue muy incomodo.
¿Xenofobia?, no, solo dije que era incomodo. No les temíamos u odiábamos
particularmente.
Al fin llegamos a una pequeña población. Y lo vimos
de inmediato. Todos gozaban de la nueva tecnología, pero ninguno sabía
apreciarla. Casi ninguno estaba conciente de poseerla. Sin embargo nos
sorprendió ver que algunos hablaban de ello sin comprenderlo. Nos asustó. Si
ahora algunos tenían una idea infinitesimal de lo que era, ¿que pasaría en un
siglo? Sam nos tranquilizó y nos mostró más. Y vimos como muchos se mataban
entre sí y como imperaba la ley del fuerte y el poderoso. Tenía razón. A ese
paso no sobrevivirían cien años. Decidimos irnos al día siguiente.
Amaneció. Sentimos sed. Era extraño, nunca antes la
habíamos sentido. Sam nos llevó a un lugar lleno de agua. Era un remanso de
aguas calmas. Entonces las vimos. Parecían Ángeles, no, diosas de un universo
más allá de la eternidad. El tiempo se detuvo
para nosotros. Decidimos que era nuestro destino y nos quedamos. Lo dejamos
todo y las hicimos nuestras mujeres. Mi esposa se llamaba Luz. Y era la luz de
mi vida. A su lado fui feliz hasta el último día de su vida. Por su amor
decidimos sacarlas de su miseria.
No teníamos nuestras tecnología pero si nuestro
conocimiento. Y le enseñamos a su pueblo poco a poco. Primero a trabajar
eficientemente la piedra y con el tiempo aprendieron y llegaron a encontrar
metales blandos como cobre, estaño y plomo. Les enseñamos metalurgia y a los
sacerdotes de su religión les dimos a guardar los diagramas de los biosistemas
cuánticos, para que en un futuro pudieran utilizarlos al tener la tecnología
adecuada. Les enseñamos las claves de entrada por medio de poemas crípticos. Su
arte era lo único realmente notable así que lo aprovechamos para codificar en
el los manuales de viaje dimensional. Si, es cierto, no comprendes de qué
hablo. Tal vez hayas visto alguno de los diagramas y no lo hayas reconocido. La
mayoría de los que dicen saber de ciencia ni siquiera los toman en cuenta. Es
una lástima. Ellos los liberarían de la miseria en que viven. En fin, no es el
punto. Dije que les enseñamos metalurgia. También les enseñamos óptica y como
manipular los distintos cristales, pero ellos solo les vieron un uso ornamental.
Y así nos dimos cuenta que nuestras mujeres sufrían una extraña fascinación por
los cristales. Les hicimos collares, pulseras y, aunque nos parecían bárbaros,
les hicimos pendientes.
Todo iba bien hasta que comenzaron las guerras. Las
demás tribus sintieron envidia de la nuestra y nos atacaron. La esposa de Sam
murió en un ataque. Entonces no tuvimos compasión. Usamos nuestro poder para
reducir a las otras tribus a cenizas. Después de todo, solo eran salvajes.
Cuando tuvimos nuestros hijos nuestra felicidad
aumento. Crecieron fuertes y sanos. Heredaron la belleza de sus madres y
nuestra inteligencia. Fueron gigantes entre los hombres. Mi hijo le puse Sirio
aunque mucho tiempo después tomo otro nombre, justo antes de morir en batalla,
al igual que todos nuestros descendientes. Es triste que la semilla de tu
sangre no sobreviva al tiempo.
Sin embargo el jefe no se quedó tranquilo. Y cuando
calculó que era prudente envió a sus emisarios a traernos de vuelta. Nos
negamos. Teníamos una nueva vida y no renunciaríamos fácilmente a ella.
Peleamos, pero nos vencieron rápido, no teníamos
nuestra tecnología para defendernos.
Fuimos encadenados como criminales. Tal vez lo
éramos. En el juicio se nos fue dada la opción de arrepentirnos, de olvidarlo
todo. No aceptamos. No podíamos olvidar el pasado, lo amábamos.
Así fuimos expulsados de la presencia del señor.
Salimos al mundo ya sin nuestro poder y vagamos hasta que el tiempo dejo de ser
importante.
Muchos siglos después, uno a uno morimos. Muchos
fuimos famosos, otros solo nos conformamos con ver morir a nuestros hijos en
batalla. Ellos no podían vivir para siempre. Todos les temían. Talvez es mejor
así. No se puede ser un gigante en una tierra de enanos.
Al separarnos me fui a oriente con mi hijo. Luego él
busco fortuna como militar y un día su soberbia lo mato. Para ese entonces
había cambiado su nombre. Se llamaba Goliat.
Así vagué por el tiempo. Intenté muchas veces cambiar
los hechos. Asistí a muchas guerras y ayude a muchos tiranos. Todos se ahogaron
en su propio poder. Yo les di la luz y ellos la desperdiciaron en poder y
muerte. No es que esté decepcionado, tan solo pienso que pudo ser mejor, pero
fin de cuentas solo eran humanos, triste raza.
¿Mi nombre? ¿Por que insistes tanto?, ya dije que me conoces. ¿El de Sam? Bueno, el aún vive. Ayuda a uno de los siete tiranos, o más bien, lo maneja a su antojo. Siempre fue su debilidad desde que fuimos
expulsados. El hacer caer a los grandes dándoles mas poder del que pueden
manejar. Funcionó con Constantino y con Adolfo. Funcionara con Bill, yo se lo
que te digo, Samixas sabe como hacerlo.
¿Insistes aún que no sabes mi nombre? Bueno, te diré que soy la Luz del Mundo, soy el Portador
de Luz, soy el Lucero que Cae al Alba. Me llamo Samael o Luzbel, el antiguo
Ángel de la Luz, el Ángel de la oscuridad.
Ahora les toca a ustedes.
Señor Cthulhu- Sake Fan
- Cantidad de envíos : 414
Edad : 45
Localización : San Ramon
Fecha de inscripción : 16/12/2008
Re: Cuentos cortos.
lool esta genial, una pregunta... usted es un profe de español??? o algo así??? o simplemnte es que ha leido demasiado :XD: está buena, a mi me encanta ese tema, de ángeles...
Me gustaría poner uno de los míos, pero por desgracia el más corto que he escribido hasta ahora es de docientas hojas :xD. voy a ver si me invento uno corto, puede que sea más sencillo...
Me gustaría poner uno de los míos, pero por desgracia el más corto que he escribido hasta ahora es de docientas hojas :xD. voy a ver si me invento uno corto, puede que sea más sencillo...
Shiroi- Sake Lover
- Cantidad de envíos : 927
Edad : 36
Localización : El Mundo de Ordrack
Fecha de inscripción : 19/07/2008
Re: Cuentos cortos.
Shiroi escribió:lool esta genial, una pregunta... usted es un profe de español??? o algo así??? o simplemnte es que ha leido demasiado :XD: está buena, a mi me encanta ese tema, de ángeles...
Me gustaría poner uno de los míos, pero por desgracia el más corto que he escribido hasta ahora es de docientas hojas :xD. voy a ver si me invento uno corto, puede que sea más sencillo...
Soy profe de ciencias, pero he leido cantidad de libros, soy un poco como la prota de Read Or Die.
Espero con ansias su cuento, si el de docientas paginas lo tiene en digital mandemelo por correo es hersanvr@gmail.com, me encantaria leerlo.
Aqui le dejo otro, es mas tranquilo, lo hice mas por diversion que otra cosa, no es bueno pero algunas cosas son curiosas, no lo recomiendo a cristianos fanaticos. Se llama Genesis. y es le segundo cuento de Sagradas escrituras.
- Spoiler:
Génesis
Hace ya mucho tiempo, en el inicio de los tiempos, o
sea la fundación de nuestro pueblo, existió una hacienda de nombre El Edén. Su
dueño era un gamonal al que llamaban Don Adonai, al que apodaba Nuestro Señor
debido a lo poderoso que era. Solía decir que había fundado su hacienda en solo
seis días, pues decidió tomarse el sábado libre. Así era Don Adonai. Al inicio
todo era caos, pero con mucho trabajo separo la tierra del agua y el cielo de
la tierra, como dice la gente. Cuando pasaron los años y El Edén se convirtió
en un verdadero jardín, vio que todo estaba bien y decidió conseguirse un
administrador. Tardo meses en la búsqueda pero ninguno lo convenció. Viendo la
situación, decidió traerse a su ahijado Adán, el cual según él lo había sacado
del barrial donde vivía y lo había hecho un hombre de bien. Y quien lo vía así
lo creía, hasta decían que seguro Don Adonai le había pasado algo de sus aires,
pues todos decían que era la misma imagen de Nuestro Señor. Con el tiempo Adán,
a quien apodaron sin ombligo pues nunca nadie le conoció la mamá, demostró que
era un buen administrador. En pocos meses puso todo en orden, marco todo el
ganado y le puso nombre a cada bestia y a cada terreno. A las quebradas que
nacían El Edén les puso Tigrillo y Eufrasia, en honor a un gato que tenia y a
la señora que le vendía la comida antes de venir al Edén.
Sin embargo, con el tiempo Adán se puso decaído, a tal
modo que enfermó. Nadie sabia la causa, pero a Adonai nada se le escapaba y en
menos de una semana descubrió lo que pasaba. Resulta que Adán, un día que salió
de paseo vio a una muchacha preciosa y quedo prendado de ella. Y a pesar de sus
galanteos y ruegos, la moza no le hacia caso. Y esto lo llevo a enfermarse. ¿Y
quien le fue con el chisme al Don Adonai?, pues nada mas y nada menos que su
capataz, Gabriel Arcángel Pérez, el cual le llevaba a la muchacha los recados
de Adán.
La muchacha no era otra que Lilith, la hija de Pablo,
al que apodaban La Serpiente, pues nadie lo sentía venir pero cuando se ponía
de malo, destilaba mas veneno que una toboba y era más peligroso que una
bocaracá. El caso es que la muchacha no tragaba cuento y como era medio
rebelde, no aceptaba a cualquiera, pues tenía la idea de que nadie tenía por
que andarla amarrada con un matrimonio. Así pues, cuando el pobre Adán le
propuso matrimonio, lo mando al carajo.
Pero Adonai no
se rendía tan fácil. Así, ofreciéndole unas tierras donde tenía un manzanal,
convenció a La Serpiente
de que Adán era el mejor partido para su hija. En cosa de un mes la boda ya
estaba montada. Adán con la noticia se recompuso mucho, eso y los cuidados del
Doctor Rafael, el cual la gente decía que sacaba su famoso jarabe de la bilis
de un pez, pues el condenado elixir sabía a diablos. De padrino Don Adonai puso
a su guardaespaldas Miguel Matamoros, quien le aseguró vigilar de cerca el
matrimonio de Adán.
Llegó el día de la boda y fueron invitados todos los
vecinos y todos los peones del Edén. Se armo un jolgorio de los que solo
Nuestro Señor podía armar. Trajo músicos que cantaban como los mejores y se
consiguió un coro que cantaba como los mismos ángeles.
El caso es que Adán se casó y fue feliz los primero
meses. Y ahí comenzó el suplicio, pues el carácter de Lilith no había cambiado
en lo más mínimo. Seguía rebelde y si tomamos en cuenta lo machista de Adán,
los pleitos más bien se habían tardado mucho. Si llegaba Adán cansado de
trabajar y le pedía la comida a Lilith, esta le decía que ella también estaba
cansada y que el se podía servir su propia comida. Así, para evitar, Adán se
convirtió en toda un ama de casa, pero el carácter de Lilith, lejos de mejorar,
empeoró. Y así siguieron los pleitos hasta que un día Lilith recogió sus
chunches y se fue de casa. Adonai se puso contento cuando Gabriel Arcángel le
llego con la noticia, pues no le parecía que un matrimonio así le conviniera a
su ahijado. Sin embargo cuando vio tan triste a Adán, no pudo aguantarlo. Mando
a Gabriel Arcángel a buscar a Lilith, ya fuera por las buenas, ya fuera por las
malas.
Después de mucho buscarla, al fin Gabriel Arcángel dio
con ella. Intento convencerla por las buenas y como se rehusó, intento por las
malas. Lilith se asusto, pues todos temían a Nuestro Señor, pero quedo firme
que aunque le mataran cuanto hijo tuviera, no se rebajaría ante un hombre nunca
más. Gabriel al ver que no había como, le dijo que le prometía evitar la Cólera
de Nuestro Señor, pero que a cambio le ayudara si un día lo necesitaba. Lilith
viendo la buena fe de Gabriel, le dio las gracias y le dijo que aceptaba y que
la considerara como una ahijada, pero solo con el y sus protegidos, pues si un
día se vengaba de Don Adonai, no dejaba títere con cabeza.
Gabriel se volvió y le dijo a Don Adonai que Lilith ya
se había ido para el norte y que jamás le podrían seguir el rastro. Adonai le
creyó y decidió buscarle otra esposa a Adán. Así comenzó la rebelión de los
Arcángeles, como le decían a la gente de Don Adonai.
Después de mucho buscar, Adonai decidió que lo mejor
era que mandara a Adán de viaje y que así se olvidaría de Lilith. Así, en
cuestión de tres semanas y con ayuda de los contactos del Doctor Rafael en
Europa, Adán salió de viaje.
Al irse Adán, Don Adonai se quedo a cargo de El Edén.
Junto a la hacienda El Edén, estaba la hacienda
Infiernillo, la cual era propiedad de Don Lucio Fernández. Este nunca se había
llevado bien con Don Adonai, pero nunca lo había enfrentado por miedo de Adán,
pues a pesar de ser el administrador, siempre era un incondicional de Don
Adonai y no podía comprarlo en caso de necesidad. Así, apenas supo que Adán
estaba lejos, le pagó a La Serpiente para que moviera los lindes del Edén con
el Infiernillo para agrandar su hacienda.
Adonai no se quedo de brazos cruzados. Con ayuda de
sus Arcángeles, Gabriel, Miguel y su amigo Dr. Rafael, consiguió la ley y no
solo volvió sus lindes a su lugar, sino que logro quitarle veinte hectáreas al
Infiernillo como indemnización. A partir de ahí inicio una guerra que nunca
acabó.
En medio de todo, llego carta de Adán. Decía que venia
para casa y que traía a su futura prometida, la señorita Eva y que pensaban
casarse en cuanto llegaran.
Llego el día y al recogerlo al tren se encontró con
Don Lucio Fernández. Y resulto que Eva era nada más y nada menos que Eva
Fernández, hija de Lucio Fernández. Y se armo el pleito. Don Adonai amenazo a Adán
que si volvía a ver a Eva perdería el paraíso donde vivía y encontraría la
muerte. Y así quedó cancelado el compromiso.
Sin embargo las cosas no se quedaron así. Adán de
veras quería a Eva y lo mismo ella a el. Y así, con ayuda de La Serpiente, se
vieron a escondidas bajo un manzano. Hasta que el rumor llego a oídos de
Nuestro Señor. El se fue al manzanal de La Serpiente y comenzó a llamar a Adán:
- Adán, por que te ocultas-
- Es que me siento desnudo ante ti, mi señor-
respondió Adán.
- Y quien te dijo que era así- dijo Adonai.
- Lo siento así porque comí el fruto que me
prohibiste, pero mi amor por el era muy grande- respondió Adán.
- Yo te amaba, Adán, pero a partir de ahora quedas
expulsado de este paraíso. Y Miguel y Gabriel se encargarán de que jamás
regreses. Vete y llévate a esa mujer. Te ganaras el pan con el sudor de tu
frente y ella conocerá el dolor de la pobreza.-
Y así Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso.
Al paso de los años, a punta de trabajo Adán junto un
capitalito y decidió tener hijos con Eva. En el primer parto tuvieron un varón
y le pusieron Cainfas, pero con el tiempo le siguieron llamando solo Caín. El
segundo también fue un varón y le pusieron Abelino, pero para llamarlo más
rápido le siguieron llamando Abel.
Al hacerse más grandes, Caín al ser el mayor, se
encargo de la cosecha y a Abel le encargaron el cuido del ganado. Con el tiempo
cada uno se hizo mejor en su área y Adán decidió que era tiempo de hacer las
paces con Nuestro Señor. Así que un día llamo a Caín y Abel a su presencia. Les
dijo que cada uno juntara lo mejor que le diera su trabajo, para regalárselo a
Nuestro Señor, para agradarlo y talvez regresar a El Edén.
Caín separo lo mejor de su cosecha y Abel su mejor
res. Luego se lo enviaron a Don Adonai y esperaron a ver que decía. Al fin les
llego una respuesta. Don Adonai dijo que estaban muy bonitos los regalos, pero
que no podía romper su juramento aceptándolos en El Edén. Sin embargo, podía
comerciar con ellos para ayudarlos. Por ahora no necesitaba grano, pero estaba
escaso de ganado y con el negociaría. Al inicio todo estuvo bien. Pero cuando
la plaga acabo con las cosechas y Abel seguía enriqueciéndose, Caín sintió
celos y comenzó a tomar. Y es que sentía que todo era culpa de Abel y que Don
Adonai no le había gustado su regalo y que prefirió a Abel. Con el tiempo todo
empeoró y un día de borrachera sucedió lo peor. Caín esperó a Abel en un tramo
oscuro del camino y con un garrote lo mató. Luego huyo por mucho tiempo. Un
día, estando escondido, un viejo le llamo. Era nada más y nada menos que Don
Adonai. Hablaron un rato y cuando le pregunto por Abel, Caín le dijo que el no
tenia porque estar sabiendo donde estaba. Adonai le dijo entonces que el sabia
que el lo había matado. Caín se puso nervioso y le dijo que le ayudara a
escapar. Adonai le dijo que lo mejor es que se entregara, que nadie le haría
daño sabiendo que era su nieto. Caín no lo escucho y huyo lejos. Nunca mas se
supo de el.
Al pasar de los años, Adán y Eva tuvieron otro hijo,
de nombre Set, el cual se convirtió en el sucesor de Don Adonai. Y así se formo
el clan de los hijos de nuestro señor, que a través de los años se
convirtieron en lo que la gente
ignorante llamó el pueblo elegido, porque eran los descendientes del elegido de
Don Adonai, Nuestro Señor.
Última edición por Señor Cthulhu el Jue Oct 13, 2011 11:48 am, editado 1 vez (Razón : cambio de email)
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