La tierra de Foumage

Capitulo 1 -La verdad sobre su realidad y la chica que viene de otro mundo-
Esta historia cuenta la vida de un chico normal de una pequeña ciudad de Australia llamada Bellingen. Marc como todos sus amigos le decían era un chico castaño pelo arrepentido, con lentes y algo delgado y pálido, no era un chico muy sobresaliente o talentoso, era un chico bastante amable e inteligente pero también bastante solo, vivía en una casa muy humilde, cerca de su colegio, con su mamá, su padre por otra parte ya había muerto hace un par de años cuando lo asaltaron mientras este iba al trabajo, desde ese suceso Marc se volvió un chico muy callado e introvertido, pero aun así esto no impidió que se hiciera amigo de dos chicos muy amables llamados Recio y Randy, eran gemelos, chicos simpáticos altos, rubios y eran muy unidos a Marc porque estos de alguna u otra manera se complementaban entre sí, hacían un trió perfecto. Los jóvenes hermanos y su madre Emuna eran lo único que tenía Marc en este mundo, lo más preciado para él. Emuna era la persona más encantadora del mundo, tenía un larguísimo pelo caramelo rizado, ojos verdes y muy profundos, era una mujer muy gentil y además era también algo sobre protectora y muy cariñosa con su único hijo, la muerte de su esposo la afecto mucho pero también la hizo más fuerte, ya que ahora ella se tenía que encargar de todo sola. La relación que tenia Marc con su madre era única, no se sabía de madre e hijo más unidos que esos dos.
Una noche de luna llena, Marc se sentó a la orilla de una acera cerca de su casa a ver las estrellas y a pensar sobre todas las cosas que un chico de 15 años tiene que pensar, Marc se sentía realmente triste pero desconocía la razón, estaba apunto de llorar pero no sabia porque, en ese momento escucho una voz.
-Soledad, eh?-dijo una chica muy linda, que vestía harapos y una capa negra, tenía un cabello largo y negro como la noche y unos ojos rojos como el fuego.
-La verdad es que no se el porque de mi tristeza, no estoy seguro de que sea soledad- dijo Marc con una voz bastante decaída.
-Sabes, yo puedo ver atreves del corazón de la gente para ver sus sentimientos, y si no me equivoco si es soledad lo que sientes, aunque no es necesario que mire atreves de tu corazón, lo supe por que tienes los mismos ojos que los míos, unos llenos de tristeza- Dijo la chica con un tono de angustia.
-¿Como te llamas?-pregunto Marc.
-Puedes llamarme Haydée, Señor Minos- dijo la chica con una sonrisa pintada en el rostro.
-¿Minos?- pregunto Marc.
-Si, Minos, ese es tu nombre- dijo Haydée.
-No, te equivocas mi nombre es Marc- afirmo el chico algo extrañado.
-Mmm… con que así te llaman en este mundo- dijo Haydée con una expresión algo curiosa.
En ese momento a Marc lo único que le venia a la mente era que esa chica o se estaba burlando de él o estaba un poco desorientada y tal vez algo loca.
-Sabes tu no perteneces a este mundo, no estoy segura porque pero tú fuiste el que nació en el mundo humano, por lo general las reencarnaciones de los cuatro grandes hechiceros nacen todos en mundos diferentes solo uno de los cuatro nace en nuestro mundo. Yo estoy aquí para llevarte a tu verdadero hogar- dijo Haydée tirándose una risilla picara.
-Te quieres burlarte de mí o algo parecido, porque si es así mejor vete, ya estoy harto de que la gente se burle de mi- dijo Marc algo enojado.
-No me estoy burlando de ti, tonto, quieres que te lo de muestre?- dijo Haydée cada vez un poco mas alterada.
-Mira aquel auto Minos, lo voy a incendiar, así que mira atento- dijo Haydée con una risa casi de sicótica en la cara.
Marc en lo único que pensaba era que esa chica tenía un gran problema en la cabeza, Marc se comenzó a asustar al ver como Haydée cada vez se alteraba más y comenzaba a decir frases en una lengua que él desconocía.
“shana no hayakuu” repetía una y otra vez Haydée, la expresión que ella tenía en ese momento en verdad asustaba, una risa exagerada y unos ojos llenos de locura, Marc estaba a punto de salir de ahí lo más rápido posible, pero, de pronto el auto estallo en llamas si razón alguna. Marc solo se quedo viendo totalmente atónito.
-Ves te dije que no estaba bromeando- dijo Haydée aun con esa expresión en el rostro.
-Jajaja… mira tu cara, parece que hubieras visto un muerto levantándose de su tumba- se rio exageradamente Haydée.
Marc aun no podía creer todo lo que estaba pasando, estaba tan sorprendido que no lograba encontrar palabras para decir, ya no sabía ni que pensar.
-Ahora que lo sabes, supongo que nos podemos ir verdad?- dijo Haydée con la misma expresión suave y dulce con la que Marc la conoció.
-No, no te voy a acompañar, no me puedo ir así sin más, que pasaría con mi mamá y mis amigos, eh dime?- dijo Marc algo agitado.
-Bueno creo que puedes llevar a tu madre contigo pero tus amigos se quedan aquí- dijo gentilmente Haydée.
-Crees que es tan fácil, quieres que deje todo lo que yo conozco como la realidad en una noche- dijo Marc quejándose.
-Bueno está bien, te doy un día para que hagas lo que tengas que hacer, pero no más, mañana a esta hora te voy a estar esperando en este mismo lugar- dijo Haydée insatisfecha.
-Bueno está bien, supongo- dijo Marc algo resignado.
-Cerramos el trato- dijo Haydée.
-Sí, supongo- respondió Marc.
En ese momento Haydée se le acerco y descuidadamente lo beso en los labios. Marc quedo si palabras, era la primera vez que lo besaba una chica, aunque apenas la conocía Haydée era tan linda que Marc no parecía desagradarle. Luego de besarlo Haydée le dijo “OK, trato cerrado, espero que no me falles” y desapareció en una gran llama que la cubrió en tan solo unos instantes.
Esa noche Marc no logro conciliar el sueño, estaba muy perturbado pero también algo agitado por todo lo que le había pasado esa noche. Aun no le había contado nada a su madre y no sabía cómo reaccionaría esta cuando le contara toda la verdad “me creerá loco” pensó, creyó que lo mejor era no contarle nada hasta que se reunieran con Haydée. A su mente iban y venían preguntas una y otra vez, preguntas como, como será el otro mundo? O, que pensara Haydée de mi, le gustare, o son ideas mías? Marc aun no sabía lo que le deparaba el destino como uno de los cuatro grandes hechiceros, el destino de Minos el que controla el agua.

Capitulo 2 –Una dolorosa despedida-

En la mañana, Marc se levanto con muchas energías aunque no sabía porque, lo único que se le venía a la mente es que estaba muy ansioso y no podía espera a que llegara la noche, pero también estaba algo pensativo y distante, ya que no sabía como iba hacer para despedirse de sus amigos. Se alisto para asistir al colegio con si fuera un día normal, mientras pensaba en una escusa para decirle a sus amigos para que no se preocuparan cuando este desapareciera, no lo creyó muy urgente así que no se siguió preocupando. Su madre por otra parte estaba algo sorprendida y alegre por ver a su hijo tan lleno de energía, pero algo no la dejaba tranquila, su instinto de madre si así lo quieren llamar, le decía que algo andaba mal, algo tuvo que haber pasado la noche anterior, ya que además desde esa noche Marc había estado algo distante, quería preguntarle pero pensó que tal vez su hijo se incomodaría, así que con plena confianza en su hijo, lo dejo pasar por alto y lo único que le dijo fue “sabes que si algo te preocupa se lo puedes decir a mamá”
-Por supuesto, ya lo sé mamá por eso ocupo que me acompañes a un sitio ahora en la noche, si quieres te puedes arreglar, Chao mamá- dijo despreocupado Marc sin saber que lo único que hacía era aumentar la preocupación y curiosidad de su madre.
Como lo hacia todos los días, Marc se reúne con sus dos mejores amigos de camino al colegio, al ver sus dos caras sonrientes saludándolo, a Marc le entra un poco de tristeza porque ese es el ultimo día que va a poder estar a su lado.
-Hey, chicos tengo algo que decirles- dijo Marc bastante angustiado.
-Si?, dinos, que es- dijo Recio con algo de curiosidad.
-Esta noche me voy de la ciudad junto a mi mamá- contesto Marc.
-Quueeeee!!!!!- exclamaron simultáneamente los dos hermanos.
-Por que no nos dijiste nada, somos tus mejores amigos verdad?- pregunto Randy descontento.
-Lo siento, todo ha sido muy repentino, yo me entere ayer- dijo Marc.
-No podemos hacer nada, verdad?- dijo Recio.
-No- contesto Marc
-Bueno, entonces lo único que podemos hacer es disfrutar nuestro ultimo día al máximo, verdad?- dijo Randy con una sonrisa, que en verdad solo trataba de ocultar sus verdaderos sentimientos.
-Así es- grito alto Recio.
Marc se sentía muy feliz por la reacción de sus amigos, tanto que no podía expresarlo con palabra, era un gran alivio saber que sus mejores amigos no se deprimirían por su culpa, a Marc le hubiera gustado pasar más tiempo con ellos, pero quería saber la verdad sobre él y sobre el otro mundo que lo estaba esperando.
Al finalizar las lecciones Marc recibió una calurosa despedida por parte de toda la clase, aparentemente los dos gemelos habían organizado una despedida para él y convencieron a los demás compañeros, Marc quedo sorprendido no podía contener la felicidad se sentía tan lleno, “entonces no era invisible, no estaba tan solo”, pensó, el hecho de que tantas personas lo despidieran hizo que el vacio que había dejado la soledad en su corazón se llenara un poco.
“Adiós, espero que te vaya bien en tu nuevo hogar”, “fue un placer haberte conocido, Marc”, tantas palabras de despedida y apoyo llenaron de fuerza y valor al joven chico.
Cuando todos se terminaron de despedir Marc fue corriendo a la casa, no podía esperar a contarle toda la verdad a su mamá, Marc no sabia como reaccionaria ella, si le creería o no pero quería contarle todo.
-Llegue a casa- dijo Marc sin aire por todo lo que había corrido.
-Bienvenido a casa amor- contesto su mamá con una sonrisa de y un expresión llena de comprensión y generosidad.
-Mamá, escucha, alista algo de ropa, nos vamos-dijo Marc.
-Pero, por que?, que pasa hijo- respondió Emuna confundida.
-Mamá, confía en mi, luego te lo explico- dijo Marc.
Emuna al ver la expresión de determinación en su hijo, asintió con la cabeza y comenzó a empacar algo de ropa y algunas cosas que ella consideraba importante, entre esas cosas se encontraba un colgante que poseía como dije la estrella de David, este colgante había sido heredado por su ya difunto bisabuelo. Emuna consideraba ese colgante como un tesoro familiar, al ver todo lo que su hijo había crecido no pudo evitar pensar que muy pronto ella le iba a tener que heredar el colgante como su bisabuelo se lo había heredado a ella, estaba muy feliz porque la expresión de determinación que tenia Marc le recordaba mucho a su esposo.
Llego la hora de partir, la pareja madre hijo se quedo viendo su casa durante unos momentos como para recordar todas las experiencias que habían tenido en esta, tanto los buenos momentos como unos notan buenos.
La pareja partió y Marc guio a su madre al lugar en el que conoció a Haydée, cuando llegaron aun faltaba mas o menos una hora para que llegara Haydée, así que Marc se sentó y le pidió a su madre que hiciera lo mismo.
-Ahora si, dime, por que estamos haciendo esto, espero que tengas una buena escusa- dijo Emuna con el tono más serio que Marc le había oído jamás.
-Me vas a creer loco- suspiro Marc.
-Escucha mamá, anoche me pasó la cosa más rara que jamás me había pasado- dijo Marc.
-Vamos que tan descabellado puede ser- dijo Emuna con un tono bastante gentil.
Marc comenzó a contar detalladamente todo lo que le paso ese día que quiso ir a ver las estrellas, su madre solo lo miraba atenta, Marc incluso le dijo lo que había hecho Haydée para cerrar el trato, y que ella estaba apunto de venir para llevarlos a otro mundo.
-Marc, como esperas que me crea eso, es demasiado, dime la verdad, es que acaso no confías en tu madre- dijo Emuna a punto de llorar.
-Mamá, lo que te dije es la verdad solo espera unos minutos mas para veas, muy pronto Haydée va a venir- comenzó a decir Marc.
En ese instante Haydée apareció, salió de la misma llama de la que se había ido la noche anterior.
-Lo ves te lo dije mamá, ella es Haydée- dijo con felicidad Marc.
Emuna solo miraba atónita, todo lo que le había dicho su hijo era verdad, se sentía mal por haber desconfiado de su hijo, pero al mismo tiempo feliz porque su hijo no era un mentiroso.
-Minos, te traigo una mala noticia- dijo Haydée con un tono de angustia.
-Si, dime, cual es?-pregunto Marc.
-Todo esta listo, podemos irnos en cualquier momento, pero, no puedes llevar a tu mamá- dijo Haydée angustiada.
-Que!, pero si tu me dijiste que podía llevarla-Marc no sabia que decir, acaso se había ilusionado para nada, ahora que iba a hacer?
-Entiendo- dijo Emuna con un par de lagrima que se le escaparon de los ojos.
-Señorita Haydée, me deja despedirme de mi hijo- dijo Emuna llorando.
-Si, entiendo, y disculpe- respondió Haydée.
-Mamá, que haces, si no puedo ir contigo no pienso ir a ninguna parte, no voy a dejarte sola- exclamo Marc.
-Me haces muy feliz con esas palabras, pero si todo lo que me contaste es cierto, tu deber es acompañar a la señorita- dijo Emuna.
-Pero como esperas que yo te abandone- dijo Marc, al que le empezaron a brotar lagrimas.
-No pasa nada yo voy a estar bien, Marc creo que es el momento, toma este colgante, me lo dio tú tatarabuelo cuando yo era aun muy joven, es un tesoro familiar así que cuídalo, cuando estés lejos de mi y te sientas solo, sujétalo fuerte y recuerda que yo estoy pensando en ti, y que siempre voy a estar aquí cuando lo necesites- dijo Emuna, tratando contener las ganas de llorar.
Haydée solo miraba el colgante y se preguntaba como demonios lo tenía esa mujer, entonces lo comprendió, ahora sabia porque Marc había obtenido los poderes de Minos, aparentemente Marc era descendiente del gran hechicero, no era solo coincidencia que los poderes del gran mago reencarnaran en él.
-Gracias mamá no me lo voy a quitar de encima-dijo Marc llorando.
- Bueno ya es hora- dijo Haydée.
-Muy bien, como nos vamos a ir?- pregunto Marc
-Acércate- dijo Haydée con su sonrisa picara.
Marc obedeció, se paro a su lado, entonces lo volvió a hacer, Haydée lo beso con la misma despreocupación que la primera vez, casi instantáneamente los dos se vieron cubiertos en llamas, Marc se asusto, normalmente hubiera salido corriendo mientras gritaba “ahhh… duele, estoy en llamas, ayuda” o algo así, pero el profundo beso que le estaba dando Haydée de alguna manera lo tranquilizo. De repente comenzó a sentirse sin fuerzas y perdió la conciencia.
Emuna no paraba de llorar y ver el lugar del que en unos instantes su hijo había desaparecido.


Capitulo 3 -La nueva vida-

Marc despertó en una camilla de hospital, miro hacia los alrededores, y a juzgar por la apariencia del lugar, dedujo que se trataba de una enfermería, pero en donde diablos estaba se preguntaba.
-Oh ya despertaste- dijo una chica desconocida.
Marc se le quedo viendo por un instante, ella era muy linda, la chica mas linda que había visto en realidad. Tenia cabello corto, unos centímetros por arriba de los hombros, era azul, uno casi tan profundo como el del cielo un día soleado, sus ojos por otra parte tenían un color muy extraño pero eran muy hermosos, eran color turquesa si no se equivocaba; la chica vestía una capa negra, y algo que parecía un uniforme, en realidad era una chica muy cautivante.
-Quien eres?- pregunto el algo desorientado chico.
-Mi nombre es Ashira- respondió la chica.
-Ashira, me puedes decir que paso con la chica con la que venía?-pregunto Marco aun desorientado.
-Ah, te refieres a la bruja de Haydée- respondió Ashira algo molesta.
-Ella anda por ahí, pero no deberías preocuparte por una chica como ella, es mas ni siquiera deberías acercártele- dijo Ashira.
-Pero, por qué?, ella no es tan mala chica- dijo Marc extrañado.
-Eso es porque aun no la conoces, ella es peligrosa así que mejor no te le acerques-dijo Ashira con una cara bastante distante y triste que despertó la curiosidad en Marc.
-Me puedes decir dónde estoy?- pregunto Marc como para cambiar de tema.
-Estas en la enfermería del colegio- dijo Ashira ya calmada.
-Colegio?- pregunto sorprendido Marc.
-Si, el Colegio Superior de Magia Elemental, este será tu nuevo hogar, Minos- dijo Ashira con la misma expresión fría que parecía no cambiar.
-Un colegio de magia, pero yo no puedo hacer nada de eso, además, que voy a vivir aquí, esto es un colegio internado o algo así?- dijo Marc algo inquieto.
-Te equivocas, tu eres una de las personas mas capaces de este colegio, y el colgante que traes puesto lo prueba- dijo Ashira fríamente.
-Mi colgante?, me puedes explicar todo esto porque la verdad es que estoy algo confuso- dijo Marc suspirando.
-Muy bien, en el pasado existieron cuatro poderosos magos, cada uno se especializaba en una de las cuatro ramas básicas de la magia, Minos el agua, Ashira el viento, Hécate el fuego, y Joel la tierra. Gracias a estos grandes magos nuestra raza a logrado establecerse en aldeas fijas, ya que en tiempos antiguos nosotros los magos andábamos migrando constantemente para huir de los monstruos, pero estos cuatro magos solos acabaron con un ejército de más de 80000 monstruos , esto provoco que el titulo de mago fuera respetado y temido por una gran cantidad de creaturas, de esta manera logramos establecernos en un solo sitio sin que las demás especies nos molestaran y ahora tenemos varios pueblo y aldeas de magos alrededor del país.
El colegio en el que estamos se encuentra en la capital de todas estas aldeas, es la primera aldea de todas, la que fue fundada por los cuatro grandes, Foumage tu nuevo hogar.
Aparentemente los poderes de los cuatro grandes reencarnaron en nuevos usuarios, tu naciste en el mundo de los humanos, yo nací en el mundo de los dragones por eso soy mitad dragón, Joel nació en el mundo de los ermitaños ciegos, y Hécate nació en esta ciudad. El colgante que tienes pertenecía a Minos, mira yo tengo uno igual, la única diferencia es que en el tuyo se encuentra grabado la letra “M” y en el mío la “A”, no estoy segura como llego a tus manos pero lo tienes.
-Entonces tú eres como yo, una de las cuatro- Marc estaba impresionado con la historia, pero en lo que no podía dejar de pensar era en lo linda que era Ashira.
-Si-responde Ashira.
-Tú me dijiste que eras mitad dragón pero yo te veo totalmente normal- dijo Marc para sacar un tema de conversación, ya que parecía gustarle ver a Ashira hablando.
-Eso es porque, híbridos como yo tienen la facilidad de elegir en cual de la dos formas deseo estar- dijo Ashira con esa expresión fría de siempre.
-En otras palabras, te conviertes en dragón- dijo Marc.
-Si- respondió Ashira.
-Vaya eres increíble, eres una de los cuatro grandes, también te puedes convertir en dragón y además eres muy hermosa-Marc logro ver como la expresión fría de Ashira desapareció, e incluso pudo ver como se sonrojo un poco.
-No es para tanto, además por qué me estas preguntando estas cosas?- dijo Ashira un poco sonrojada.
-Porque quiero conocerte mejor ya que quiero ser tu amigo- dijo Marc con una sonrisa en el rostro, Marc intentaba ser tan fuerte como su madre y no volver a deprimirse, quería comenzar con el pie derecho su nueva vida.
-Claro, ya veo-dijo Ashira con la cabeza abajo, mientras trataba de disimular un sentimiento de felicidad que le recorría todo el cuerpo.
-Bueno, levántate, será mejor que te enseñe nuestra habitación- dijo Ashira con un rostro al que se le escapaba una leve sonrisa.
“Nuestra habitación”, “nuestra habitación”, esa palabra no dejaban de resonar en la cabeza de Marc. Acaso voy a dormir en la misma habitación que esta chica, como piensa la gente de este lugar, esto es demasiado, Marc estaba algo perturbado.
-Como que nuestra habitación, acaso voy a dormir en el mismo cuarto que tú?- Marc se encontraba desconcertado, pero muy emocionado en su interior.
-Si, por qué?, hay algún problema-pregunto Ashira recuperando la misma expresión fría.
-No, no, para nada-contesto Marc nervioso.
Marc se levanto de la camilla y siguió a Ashira, los pasillos del colegio eran bastantes achos, y el cielorraso estaba muy alto, a unos diez o quince metros si tuviera que calcular. No habían muchos estudiantes en los pasillos, Marc solo alcanzo a ver unos once durante todo el recorrido; el uniforme era un tanto extraño, usaban una camisa blanca y sobre esta un suéter sin mangas que llevaba lo que Marc pensó que era el escudo del colegio, habían 4 colores para los suéteres naranja, café, azul y turquesa, mas tarde Ashira le explico que esos colores representaban los elementos en los que los estudiantes eran más afinos, los estudiantes llevaban un pantalón acho y una capa negra que por un par de centímetros no tocaba el piso.
Ashira lo llevo a un pasillo que parecía que tenia salida al exterior, y efectivamente salieron del colegio; ya afuera Marc alcanzo a ver un montón de cabañas bastante rusticas pero muy bonitas. Cuando se acercaron lo suficiente Marc alcanzo a ver dos cabañas que destacaban del resto, se veían un poco más grandes y en la puerta estaban detalladas dentro de un circulo la estrella de David, en una puerta decía: “el agua y el viento trabajaran junto para refrescar al mundo” y en la otra decía: “el fuego y la tierra trabajaran juntos para darle calidez al mundo”.
-Aquí es- dijo Ashira.
-Vaya es muy linda- dijo Marc con un sentimiento de satisfacción.
Marc entro en la casa y adentro se encontraba una señora muy madura que olía a rosas y una mujer joven que aparentaba no más de 20 años, tenía unas orejas largas que se extendían hacia los lados de su cabeza, pero fuera de eso se veía bastante normal.
En la cabaña había dos camas individuales, un sofá, una pequeña cocina con un lavatorio y una refrigeradora al lado, dos armarios, una puerta que Marc supuso que llevaba al baño, una mesa no muy grande en el medio de la habitación con dos sillas, una a cada lado, además unas mesas de noche al lado de las camas y un espejo muy bello arre costado a la pared.
-Bienvenido Minos, te hemos estado esperando, mi nombre es Rouall- dijo la señora que olía a rosas, mientras sonreía amistosamente.
-Buenos días señora directora- dijo Ashira mostrando respeto.
-Buenos días señorita Ashira- dijo Rouall mientras asentía con la cabeza.
-Buenos días- se apresuro a decir Marc.
-Buenos días señorito Minos-saludo cordialmente la directora.
-Me gustaría presentarle a su profesora, ella es la señorita Eden, y es un elfo, ella le enseñara todo lo que usted necesita saber acerca de su elemento- hablo la directora con una voz bastante profunda.
-Es un gusto conocerla profesara Edén- decía Marc mientras se fijaba en la profesora, a simple vista la profesora se veía algo torpe y distraída o al menos eso pensaba Marc.
-El gusto es mío- decía la profesora mientras se quedaba viendo el techo.
-Toma, unos libros que vas a necesitar y tu uniforme, espero que te quede- dijo Eden mientras se le acercaba y le sonreía inocentemente.
-Gracias- contesto Marc mientras agarraba el paquete de ropa.
-Rápido, póntelo que tenemos que ir a clases- le dijo Ashira
-Donde esta el baño?- pregunto
-Para qué?- pregunto Ashira.
-Para cambiarme no es obvio- le exclamo Marc.
-Por qué no puedes cambiarte aquí?- pregunto Ashira desconcertada.
Marc cada vez entendía menos la forma de pensar de las personas en este mundo.
-Ashira, Minos viene de un mundo en el que la gente se apena con este tipo de cosas, en el mundo de Minos se podría decir que el desnudo es un tabo y es vergonzoso con la gente del sexo opuesto- dijo Eden con una dulce voz.
-Sí, si exacto, así que por favor podría salir mientras me cambio- dijo Marc suplicando.
-Muy bien, entiendo- dijo Ashira.
Ashira junto con la profesora y la directora salieron de la cabaña, Marc estaba muy feliz de que la profesora Eden lo entendiera tan bien; se apresuro se puso el uniforme, se miro en un espejo grande y alto con un bello y rustico enmarque de madera tallado a mano, no me queda tan mal peso Marc una vez que se puso la capa.
Marc salió de la cabaña afuera solo se encontraba Ashira.
-Que paso con la profesora Eden y la directora?- pregunto Marc.
Ashira se le quedo viendo unos momentos.
-Ellas volvieron a su trabajo, vamos apúrate tenemos que ir a clases- dijo Ashira con ese tono frio de siempre.
Marc estaba decidido y con muchos ánimos de empezar su nueva vida, y para comenzar su nueva vida tenía que cambiar, así que acepto su nuevo nombre y tomo una actitud positiva para darle la mejor impresión que pudiera a sus nuevos compañeros.
Minos como ahora se llamaba Marc, empezó a caminar junto a Ashira para que lo guiara hasta su nuevo salón de clases antes de que entraran en la mansión que era el colegio, Minos alcanzo a ver una chica muy linda sentada en la entrada del colegio, su belleza rivalizaba con la de Ashira, tenía el cabello corto y color rojo intenso, aparentaba estar dormida.
-Hécate, despierta es hora de ir a clases- dijo Ashira algo gruñona.
-Cállate y déjame descansar, corazón de hielo- gruño Hécate.
-Ashira ella es la que controla el fuego?- pregunto Minos.
-Si- le respondió Ashira.
Hécate abrió los ojos y contemplo por unos momentos a Minos.
-Ohh! tu eres el cuarto, Minos verdad?- pregunto Hécate con admiración.
-Sí, supongo- respondió Minos.
-Mi nombre es Hécate, soy la que controla el fuego mucho gusto- dijo Hécate mientas le estrechaba la mano a Minos.
-Mmm… nada mal, tuviste suerte chica fría, tu compañero es bastante lindo, yo no puedo decir lo mismo, la verdad esperaba más de el legendario Joel, pero resulta que está ciego, es un lástima que no pueda ver mi incomparable belleza, no crees querido Minos- dijo Hécate llena de vanidad.
-Mmm… si- respondió Minos apenado y con la cara roja, no podía creerlo, una chica tan linda le estaba diciendo piropos, en ese momento Minos no podía controlar sentirse atraído por Hécate.
-Déjalo en paz, no te metas con él-dijo Ashira con una mirada tan fría que se podía sentir como te atravesaba el pecho.
-Mmm… porque te molesta tanto que lo seduzca, o es que simplemente estas celosa de que yo si puedo y tú no puedes seducir ni a una rata con ese corazón frio como el hielo que tienes- comenzó Hécate a provocar a Ashira.
-Por qué habría de estar celosa de una persona tan sucia como tu- dijo Ashira manteniendo ese frialdad en la voz como siempre.
-Aaaaa… te odio, acaso no tienes sentimientos, siempre tienes esa fría expresión, nunca te enojas, eres como una especie de robot sin sentimientos- dijo Hécate, la que parecía que iba a estallar de ira.
Ashira saco unos lentes del bolsillo se los puso y dijo, prefiero eso a ser una compulsiva y estúpida muñeca superficial, Hécate estaba a punto de explotar de la ira.
-Tú no tienes remedio- dijo Hécate mientras se iba a clases tratando de contener el enojo.
Minos pudo sentir el fuerte sentimiento de rivalidad que había entre esas dos, el ambiente que hubo mientras discutían era casi asfixiante, no podía creer que Hécate tuviera esa personalidad, estaba algo decepcionado ya que la persona que se imaginaba era una persona muy refinado, cordial y generosa.
-No dejes que te seduzca, a ella le gusta jugar con los sentimientos de los hombres- le dijo Ashira.
-Entiendo- le respondió Minos.
Minos camino con Ashira durante unos diez minutos, los pasillos del colegio se parecían mucho y había tantos, si no fuera porque Ashira lo guiaba Minos no hubiera tardado en perderse.
-Llegamos- dijo Ashira
Minos se quedo viendo la puerta de roble, olía a agua de mar.
-Esta es la clase de magia del elemento agua, yo recibo clases al lado, te voy a recoger cuando terminen las clases especializadas para ir a comer y luego a la clase de historia- le dijo Ashira a Minos.
Minos entro a la clase, era un cuarto grande con una piscina enorme y habían también muchos baldes alrededor del cuarto llenos de agua.
-Muy bien chicos, es hora de empezar la clase- hablo alto la profesora Eden.
-Hoy vamos a ver un conjuro muy fácil, sirve para la lucha, básicamente nos da control sobre el agua para poder crear una serie de látigo o tentáculos que sirven en un combate a larga distancia, las palabras para activar el conjuro son mizu no contola-dijo la profesora con una voz bastante imponente, Minos nunca había visto a la profesora tan seria.
Minos comenzó a ver a sus compañeros como se acercaban a los baldes, ponían las palmas abierta en dirección de los baldes y comenzaban a recitar el conjuro. Pocas personas lograban formar un látigo de agua bien definido y Minos nuca había practicado, él iba a intentarlo pero las esperanzas que tenia de lograrlo era nulas; Minos se acerco al balde, puso sus manos al frente y dijo mizu no contola, repentinamente Minos sentía como fluía el poder a través de él, en la parte superior de su mano derecha se formo la estrella de David encerrada en un circulo y comenzó a brillar con un color azul marino. Se formaron seis látigos perfectamente definidos alrededor de Minos, Minos no sabía - que pero sabia a la perfección como controlarlos el estaba impresionado de sí mismo, muchos de sus compañeros dijeron que él era un presumido otros lo adularon, Minos no sabía de lo que era capaz.
-Muy bien, no está mal para ser su primer día- le dijo Eden a Minos con una sonrisa que le trajo mucha nostalgia ya que le acordó a su madre.
-Gracias, la verdad es que no sabía lo que hacía, nunca creí que pudiera hacer tal cosa-dijo Marc con una pequeña risa en la cara y un tono de modestia.
-Mmm… así que un chico modesto, tengamos una pelea- dijo la profesora.
-Pelear, con usted, pero profesora Eden usted me va a ganar- le respondió Minos
-Vamos no seas gallina, es solo un practica, vamos a ver si puedes pelear contra mi elemento agua- dijo la profesora, tratando de provocarlo.
-MIZU NO CONTOLA- gritaron simultáneamente Minos y Eden.
De ambos combatientes se formaron ocho látigos, estos se comenzaron a destruir entre sí, pero como el agua es muy manejable, los látigos se regeneraban casi instantáneamente.
-Eres bueno, pero, aun te falta mucho para vencer a un profesor- dijo la profesora con ese tono provocativo.
La profesora se quedo quieta unos momentos y dejo de evadir los látigos, icem no congalum, la profesora grito otro conjuro y todo el agua del cuarto se congelo, incluso los látigos que Minos controlaba, e increíblemente rápido sin que Minos la viera, había una daga de hielo en su cuello.
-Gane- dijo con orgullo la profesora.
-Valla profesora usted es increíble- dijo Minos impresionado.
-Ah no es para tanto- dijo la profesora volviendo a esa forma torpe y simpática que solía tener.
Las clases terminaron así que Minos espero en la puerta a Ashira para que lo guiara a la clase de historia. Mientras esperaba Minos vio de lejos a Haydée.
-Hola como has estado, Haydée- le grito Minos
Minos miro como algunos estudiante se le quedaron viendo raro comenzaban a murmurar, pero a eso no le tomo mucha importancia. Cuando Haydée lo escucho, volvió la cabeza lo miro con una sonrisa pero también con esos ojos de tristeza que Minos reconocería en cualquier parte, soledad; Minos estaba a punto de seguirla pero Ashira lo tomo de la mano, Minos le hubiera dicho algo pero le gustaba bastante que Ashira lo llevara de la mano.
-Te dije que no te relacionaras con ella- le dijo Ashira con esa expresión de enojada que Minos pocas veces había visto.
-Pero que te hizo ella para que la odiaras tanto- le respondió Minos también enojado.
-Mato a mis padres- le grito Ashira.
Minos se sintió terrible con Ashira en ese momento, no hallaba como responderle así que solo se quedo callado. Ahora Minos podía entender un poco más a Ashira, pero no podía creer que la chica amable que lo había besado dos beses fuera capaz de hacer eso, entonces recordó la expresión sicótica que tenia Haydée cuando quemo el auto, pero después recordó esos ojos llenos de soledad, unos ojos como los míos, le había dicho, Mino quería saber que era lo que había pasado.
Ashira no le hablo durante el almuerzo ni en las clases de historia, ni si quiera lo miro, después de llegar a la habitación Ashira se fue a tomar un baño, Minos se acostó en su cama y se puso a pensar, habían pasado muchas cosas en un día, lo que más quería hacer en ese momento era disculparse con Ashira. Minos estaba cansado así que rápidamente cayó dormido.

Esta historia cuenta la vida de un chico normal de una pequeña ciudad de Australia llamada Bellingen. Marc como todos sus amigos le decían era un chico castaño pelo arrepentido, con lentes y algo delgado y pálido, no era un chico muy sobresaliente, era un chico bastante amable e inteligente pero también bastante solo, vivía en una casa muy humilde, cerca de su colegio, con su mamá, su padre por otra parte ya había muerto hace un par de años cuando lo asaltaron mientras este iba al trabajo, desde ese suceso Marc se volvió un chico muy callado e introvertido, pero aun así esto no impidió que se hiciera amigo de dos chicos muy amables llamados Recio y Randy, eran gemelos, chicos simpáticos altos, rubios y eran muy unidos a Marc porque estos de alguna u otra manera se complementaban entre sí, hacían un trió perfecto. Los jóvenes hermanos y su madre Emuna eran lo único que tenía Marc en este mundo, lo más preciado para él. Emuna era la persona más encantadora del mundo, tenía un larguísimo pelo caramelo rizado, ojos verdes y muy profundos, era una mujer muy gentil y además era también algo sobre protectora y muy cariñosa con su único hijo, la muerte de su esposo la afecto mucho pero también la hizo más fuerte, ya que ahora ella se tenía que encargar de todo sola. La relación que tenia Marc con su madre era única, no se sabía de madre e hijo más unidos que esos dos.
Una noche de luna llena, Marc se sentó a la orilla de una acera cerca de su casa a ver las estrellas y a pensar sobre todas las cosas que un chico de 15 años tiene que pensar, Marc se sentía realmente triste pero desconocía la razón, estaba apunto de llorar pero no sabia porque, en ese momento escucho una voz.
-Soledad, eh?-dijo una chica muy linda, que vestía harapos y una capa negra, tenía un cabello largo y negro como la noche y unos ojos rojos como el fuego.
-La verdad es que no se el porque de mi tristeza, no estoy seguro de que sea soledad- dijo Marc con una voz bastante decaída.
-Sabes, yo puedo ver atreves del corazón de la gente para ver sus sentimientos, y si no me equivoco si es soledad lo que sientes, aunque no es necesario que mire atreves de tu corazón, lo supe por que tienes los mismos ojos que los míos, unos llenos de tristeza- Dijo la chica con un tono de angustia.
-¿Como te llamas?-pregunto Marc.
-Puedes llamarme Haydée, Señor Minos- dijo la chica con una sonrisa pintada en el rostro.
-¿Minos?- pregunto Marc.
-Si, Minos, ese es tu nombre- dijo Haydée.
-No, te equivocas mi nombre es Marc- afirmo el chico algo extrañado.
-Mmm… con que así te llaman en este mundo- dijo Haydée con una expresión algo curiosa.
En ese momento a Marc lo único que le venia a la mente era que esa chica o se estaba burlando de él o estaba un poco desorientada y tal vez algo loca.
-Sabes tu no perteneces a este mundo, no estoy segura porque pero tú fuiste el que nació en el mundo humano, por lo general las reencarnaciones de los cuatro grandes hechiceros nacen todos en mundos diferentes solo uno de los cuatro nace en nuestro mundo. Yo estoy aquí para llevarte a tu verdadero hogar- dijo Haydée tirándose una risilla picara.
-Te quieres burlarte de mí o algo parecido, porque si es así mejor vete, ya estoy harto de que la gente se burle de mi- dijo Marc algo enojado.
-No me estoy burlando de ti, tonto, quieres que te lo de muestre?- dijo Haydée cada vez un poco mas alterada.
-Mira aquel auto Minos, lo voy a incendiar, así que mira atento- dijo Haydée con una risa casi de sicótica en la cara.
Marc en lo único que pensaba era que esa chica tenía un gran problema en la cabeza, Marc se comenzó a asustar al ver como Haydée cada vez se alteraba más y comenzaba a decir frases en una lengua que él desconocía.
“shana no hayakuu” repetía una y otra vez Haydée, la expresión que ella tenía en ese momento en verdad asustaba, una risa exagerada y unos ojos llenos de locura, Marc estaba a punto de salir de ahí lo más rápido posible, pero, de pronto el auto estallo en llamas si razón alguna. Marc solo se quedo viendo totalmente atónito.
-Ves te dije que no estaba bromeando- dijo Haydée aun con esa expresión en el rostro.
-Jajaja… mira tu cara, parece que hubieras visto un muerto levantándose de su tumba- se rio exageradamente Haydée.
Marc aun no podía creer todo lo que estaba pasando, estaba tan sorprendido que no lograba encontrar palabras para decir, ya no sabía ni que pensar.
-Ahora que lo sabes, supongo que nos podemos ir verdad?- dijo Haydée con la misma expresión suave y dulce con la que Marc la conoció.
-No, no te voy a acompañar, no me puedo ir así sin más, que pasaría con mi mamá y mis amigos, eh dime?- dijo Marc algo agitado.
-Bueno creo que puedes llevar a tu madre contigo pero tus amigos se quedan aquí- dijo gentilmente Haydée.
-Crees que es tan fácil, quieres que deje todo lo que yo conozco como la realidad en una noche- dijo Marc quejándose.
-Bueno está bien, te doy un día para que hagas lo que tengas que hacer, pero no más, mañana a esta hora te voy a estar esperando en este mismo lugar- dijo Haydée insatisfecha.
-Bueno está bien, supongo- dijo Marc algo resignado.
-Cerramos el trato- dijo Haydée.
-Sí, supongo- respondió Marc.
En ese momento Haydée se le acerco y descuidadamente lo beso en los labios. Marc quedo si palabras, era la primera vez que lo besaba una chica, aunque apenas la conocía Haydée era tan linda que Marc no parecía desagradarle. Luego de besarlo Haydée le dijo “OK, trato cerrado, espero que no me falles” y desapareció en una gran llama que la cubrió en tan solo unos instantes.
Esa noche Marc no logro conciliar el sueño, estaba muy perturbado pero también algo agitado por todo lo que le había pasado esa noche. Aun no le había contado nada a su madre y no sabía cómo reaccionaría esta cuando le contara toda la verdad “me creerá loco” pensó, creyó que lo mejor era no contarle nada hasta que se reunieran con Haydée. A su mente iban y venían preguntas una y otra vez, preguntas como, como será el otro mundo? O, que pensara Haydée de mi, le gustare, o son ideas mías? Marc aun no sabía lo que le deparaba el destino como uno de los cuatro grandes hechiceros, el destino de Minos el que controla el agua.

En la mañana, Marc se levanto con muchas energías aunque no sabía porque, lo único que se le venía a la mente es que estaba muy ansioso y no podía espera a que llegara la noche, pero también estaba algo pensativo y distante, ya que no sabía como iba hacer para despedirse de sus amigos. Se alisto para asistir al colegio con si fuera un día normal, mientras pensaba en una escusa para decirle a sus amigos para que no se preocuparan cuando este desapareciera, no lo creyó muy urgente así que no se siguió preocupando. Su madre por otra parte estaba algo sorprendida y alegre por ver a su hijo tan lleno de energía, pero algo no la dejaba tranquila, su instinto de madre si así lo quieren llamar, le decía que algo andaba mal, algo tuvo que haber pasado la noche anterior, ya que además desde esa noche Marc había estado algo distante, quería preguntarle pero pensó que tal vez su hijo se incomodaría, así que con plena confianza en su hijo, lo dejo pasar por alto y lo único que le dijo fue “sabes que si algo te preocupa se lo puedes decir a mamá”
-Por supuesto, ya lo sé mamá por eso ocupo que me acompañes a un sitio ahora en la noche, si quieres te puedes arreglar, Chao mamá- dijo despreocupado Marc sin saber que lo único que hacía era aumentar la preocupación y curiosidad de su madre.
Como lo hacia todos los días, Marc se reúne con sus dos mejores amigos de camino al colegio, al ver sus dos caras sonrientes saludándolo, a Marc le entra un poco de tristeza porque ese es el ultimo día que va a poder estar a su lado.
-Hey, chicos tengo algo que decirles- dijo Marc bastante angustiado.
-Si?, dinos, que es- dijo Recio con algo de curiosidad.
-Esta noche me voy de la ciudad junto a mi mamá- contesto Marc.
-Quueeeee!!!!!- exclamaron simultáneamente los dos hermanos.
-Por que no nos dijiste nada, somos tus mejores amigos verdad?- pregunto Randy descontento.
-Lo siento, todo ha sido muy repentino, yo me entere ayer- dijo Marc.
-No podemos hacer nada, verdad?- dijo Recio.
-No- contesto Marc
-Bueno, entonces lo único que podemos hacer es disfrutar nuestro ultimo día al máximo, verdad?- dijo Randy con una sonrisa, que en verdad solo trataba de ocultar sus verdaderos sentimientos.
-Así es- grito alto Recio.
Marc se sentía muy feliz por la reacción de sus amigos, tanto que no podía expresarlo con palabra, era un gran alivio saber que sus mejores amigos no se deprimirían por su culpa, a Marc le hubiera gustado pasar más tiempo con ellos, pero quería saber la verdad sobre él y sobre el otro mundo que lo estaba esperando.
Al finalizar las lecciones Marc recibió una calurosa despedida por parte de toda la clase, aparentemente los dos gemelos habían organizado una despedida para él y convencieron a los demás compañeros, Marc quedo sorprendido no podía contener la felicidad se sentía tan lleno, “entonces no era invisible, no estaba tan solo”, pensó, el hecho de que tantas personas lo despidieran hizo que el vacio que había dejado la soledad en su corazón se llenara un poco.
“Adiós, espero que te vaya bien en tu nuevo hogar”, “fue un placer haberte conocido, Marc”, tantas palabras de despedida y apoyo llenaron de fuerza y valor al joven chico.
Cuando todos se terminaron de despedir Marc fue corriendo a la casa, no podía esperar a contarle toda la verdad a su mamá, Marc no sabia como reaccionaria ella, si le creería o no pero quería contarle todo.
-Llegue a casa- dijo Marc sin aire por todo lo que había corrido.
-Bienvenido a casa amor- contesto su mamá con una sonrisa de y un expresión llena de comprensión y generosidad.
-Mamá, escucha, alista algo de ropa, nos vamos-dijo Marc.
-Pero, por que?, que pasa hijo- respondió Emuna confundida.
-Mamá, confía en mi, luego te lo explico- dijo Marc.
Emuna al ver la expresión de determinación en su hijo, asintió con la cabeza y comenzó a empacar algo de ropa y algunas cosas que ella consideraba importante, entre esas cosas se encontraba un colgante que poseía como dije la estrella de David, este colgante había sido heredado por su ya difunto bisabuelo. Emuna consideraba ese colgante como un tesoro familiar, al ver todo lo que su hijo había crecido no pudo evitar pensar que muy pronto ella le iba a tener que heredar el colgante como su bisabuelo se lo había heredado a ella, estaba muy feliz porque la expresión de determinación que tenia Marc le recordaba mucho a su esposo.
Llego la hora de partir, la pareja madre hijo se quedo viendo su casa durante unos momentos como para recordar todas las experiencias que habían tenido en esta, tanto los buenos momentos como unos notan buenos.
La pareja partió y Marc guio a su madre al lugar en el que conoció a Haydée, cuando llegaron aun faltaba mas o menos una hora para que llegara Haydée, así que Marc se sentó y le pidió a su madre que hiciera lo mismo.
-Ahora si, dime, por que estamos haciendo esto, espero que tengas una buena escusa- dijo Emuna con el tono más serio que Marc le había oído jamás.
-Me vas a creer loco- suspiro Marc.
-Escucha mamá, anoche me pasó la cosa más rara que jamás me había pasado- dijo Marc.
-Vamos que tan descabellado puede ser- dijo Emuna con un tono bastante gentil.
Marc comenzó a contar detalladamente todo lo que le paso ese día que quiso ir a ver las estrellas, su madre solo lo miraba atenta, Marc incluso le dijo lo que había hecho Haydée para cerrar el trato, y que ella estaba apunto de venir para llevarlos a otro mundo.
-Marc, como esperas que me crea eso, es demasiado, dime la verdad, es que acaso no confías en tu madre- dijo Emuna a punto de llorar.
-Mamá, lo que te dije es la verdad solo espera unos minutos mas para veas, muy pronto Haydée va a venir- comenzó a decir Marc.
En ese instante Haydée apareció, salió de la misma llama de la que se había ido la noche anterior.
-Lo ves te lo dije mamá, ella es Haydée- dijo con felicidad Marc.
Emuna solo miraba atónita, todo lo que le había dicho su hijo era verdad, como podía ser posible algo así era totalmente irreal, se sentía mal por haber desconfiado de su hijo, pero al mismo tiempo feliz porque su hijo no era un mentiroso.
-Minos, te traigo una mala noticia- dijo Haydée con un tono de angustia.
-Si, dime, cual es?-pregunto Marc.
-Todo esta listo, podemos irnos en cualquier momento, pero, no puedes llevar a tu mamá- dijo Haydée angustiada, o mejor dicho no creo que sea capaz de llevarla.
-Que!, pero si tu me dijiste que podía llevarla-Marc no sabia que decir, acaso se había ilusionado para nada, ahora que iba a hacer?
-Entiendo- dijo Emuna con un par de lagrima que se le escaparon de los ojos.
-Señorita Haydée, me deja despedirme de mi hijo- dijo Emuna muy serena para la situación en la que estaba.
-Si, entiendo, y disculpe- respondió Haydée.
-Mamá, que haces, si no puedo ir contigo no pienso ir a ninguna parte, no voy a dejarte sola- exclamo Marc.
-Me haces muy feliz con esas palabras, pero si todo lo que me contaste es cierto, tu deber es acompañar a la señorita- dijo Emuna.
-Pero como esperas que yo te abandone- dijo Marc, que comenzaba a sentirse asustado, como podría irse solo sin su mamá.
-No pasa nada yo voy a estar bien, Marc creo que es el momento, toma este colgante, me lo dio tú tatarabuelo cuando yo era aun muy joven, es un tesoro familiar así que cuídalo, cuando estés lejos de mi y te sientas solo, sujétalo fuerte y recuerda que yo estoy pensando en ti, y que siempre voy a estar aquí cuando lo necesites- dijo Emuna, con un gran dolor en el alma, su hijo estaba a punto de irse por quien sabe cuánto tiempo.
Haydée solo miraba el colgante y se preguntaba como demonios lo tenía esa mujer, entonces lo comprendió, ahora sabia porque Marc había obtenido los poderes de Minos, aparentemente Marc era descendiente del gran hechicero, no era solo coincidencia que los poderes del gran mago reencarnaran en él.
-Gracias mamá no me lo voy a quitar de encima-dijo Marc melancolico.
- Bueno ya es hora- dijo Haydée.
-Muy bien, como nos vamos a ir?- pregunto Marc
-Acércate- dijo Haydée con su sonrisa picara.
Marc obedeció, se paro a su lado, entonces lo volvió a hacer, Haydée lo beso con la misma despreocupación que la primera vez, casi instantáneamente los dos se vieron cubiertos en llamas, Marc se asusto, normalmente hubiera salido corriendo mientras gritaba “ahhh… duele, estoy en llamas, ayuda” o algo así, pero el profundo beso que le estaba dando Haydée de alguna manera lo tranquilizo. De repente comenzó a sentirse sin fuerzas y perdió la conciencia.
Emuna no pudo evitar que una lagrima saliera de sus ojos el ver el lugar del que estaba desapareciendo su hijo le traía algo de tristeza, aunque no se preocupaba demasiado ya que estaba segura de que esa no era la última vez que lo veía.

Marc despertó en una camilla de hospital, miro hacia los alrededores, y a juzgar por la apariencia del lugar, dedujo que se trataba de una enfermería, pero en donde diablos estaba se preguntaba.
-Oh ya despertaste- dijo una chica desconocida.
Marc se le quedo viendo por un instante, ella era muy linda, la chica mas linda que había visto en realidad. Tenia cabello corto, unos centímetros por arriba de los hombros, era azul, uno casi tan profundo como el mar, su suave cabello caía por su cara dándole un toque de inocencia sus ojos por otra parte tenían un color muy extraño pero eran muy hermosos, eran color dorado, no uno brillante si no un suave y tenue, largas pestañas, una boca pequeña y muy fina; la chica vestía una capa negra, y algo que parecía un uniforme, en realidad era una chica muy cautivante, muy hermosa.
-Quien eres?- pregunto el algo desorientado chico.
-Mi nombre es Ashira- respondió la chica.
-Ashira, me puedes decir que paso con la chica con la que venía?-pregunto Marco aun desorientado.
-Ah, te refieres a la bruja de Haydée- respondió Ashira un poco molesta.
-Ella anda por ahí, pero no deberías preocuparte por una chica como ella, es mas ni siquiera deberías acercártele- dijo Ashira.
-Pero, por qué?, ella no es tan mala chica- dijo Marc extrañado.
-Eso es porque aun no la conoces, ella es peligrosa así que mejor no te le acerques-dijo Ashira con una cara bastante distante y algo triste que despertó la curiosidad en Marc.
-Me puedes decir dónde estoy?- pregunto Marc como para cambiar de tema.
-Estas en la enfermería del colegio- dijo Ashira de una manera mas serena.
-Colegio?- pregunto sorprendido Marc.
-Si, el Colegio Superior de Magia Elemental, este será tu nuevo hogar, Minos- dijo Ashira con una expresión fría que parecía no cambiar mucho.
-Un colegio de magia, pero yo no puedo hacer nada de eso, además, que voy a vivir aquí, esto es un colegio internado o algo así?- dijo Marc algo inquieto.
-Te equivocas, tu eres una de las personas mas capaces de este colegio, y el colgante que traes puesto lo prueba- dijo Ashira fríamente.
-Mi colgante?, me puedes explicar todo esto porque la verdad es que estoy algo confuso- dijo Marc suspirando.
-Muy bien, en el pasado existieron cuatro poderosos magos, cada uno se especializaba en una de las cuatro ramas básicas de la magia, Minos el agua, Ashira el viento, Hécate el fuego, y Joel la tierra. Gracias a estos grandes magos nuestra raza a logrado establecerse en aldeas fijas, ya que en tiempos antiguos nosotros los magos andábamos migrando constantemente para huir de los monstruos, pero estos cuatro magos solos acabaron con un ejército de más de 80000 monstruos , esto provoco que el titulo de mago fuera respetado y temido por una gran cantidad de creaturas, de esta manera logramos establecernos en un solo sitio sin que las demás especies nos molestaran y ahora tenemos varios pueblo y aldeas de magos alrededor del país.
El colegio en el que estamos se encuentra en la capital de todas estas aldeas, es la primera aldea de todas, la que fue fundada por los cuatro grandes, Foumage tu nuevo hogar.
Aparentemente los poderes de los cuatro grandes reencarnaron en nuevos usuarios, tu naciste en el mundo de los humanos, yo nací en el mundo de los dragones por eso soy mitad dragón, Joel nació en el mundo de los ermitaños ciegos, y Hécate nació en esta ciudad. El colgante que tienes pertenecía a Minos, mira yo tengo uno igual, la única diferencia es que en el tuyo se encuentra grabado la letra “M” y en el mío la “A”, no estoy segura como llego a tus manos pero lo tienes.
-Entonces tú eres como yo, una de las cuatro- Marc estaba impresionado con la historia, pero en lo que no podía dejar de pensar era en lo linda que era Ashira.
-Si-responde Ashira.
-Tú me dijiste que eras mitad dragón pero yo te veo totalmente normal- dijo Marc para sacar un tema de conversación, ya que parecía gustarle ver a Ashira hablando.
-Eso es porque, híbridos como yo tienen la facilidad de elegir en cual de la dos formas deseo estar- dijo Ashira con esa expresión fría de siempre.
-En otras palabras, te conviertes en dragón- dijo Marc.
-Si- respondió Ashira.
-Vaya eres increíble, eres una de los cuatro grandes, también te puedes convertir en dragón y además eres muy hermosa-Marc logro ver como la expresión fría de Ashira desapareció, e incluso pudo ver como se sonrojo un poco.
-No es para tanto, además por qué me estas preguntando estas cosas?- dijo Ashira un poco sonrojada.
-Porque quiero conocerte mejor ya que quiero ser tu amigo- dijo Marc con una sonrisa en el rostro, Marc intentaba ser tan fuerte como su madre y no volver a deprimirse, quería comenzar con el pie derecho su nueva vida.
-Claro, ya veo-dijo Ashira con la cabeza abajo, mientras trataba de disimular un sentimiento de felicidad que le recorría todo el cuerpo.
-Bueno, levántate, será mejor que te enseñe nuestra habitación- dijo Ashira con un rostro al que se le escapaba una leve sonrisa.
“Nuestra habitación”, “nuestra habitación”, esa palabra no dejaban de resonar en la cabeza de Marc. Acaso voy a dormir en la misma habitación que esta chica, como piensa la gente de este lugar, esto es demasiado, Marc estaba algo perturbado.
-Como que nuestra habitación, acaso voy a dormir en el mismo cuarto que tú?- Marc se encontraba desconcertado, pero muy emocionado en su interior.
-Si, por qué?, hay algún problema-pregunto Ashira recuperando la misma expresión fría.
-No, no, para nada-contesto Marc nervioso.
Marc se levanto de la camilla y siguió a Ashira, los pasillos del colegio eran bastantes achos, y el cielorraso estaba muy alto, a unos diez o quince metros si tuviera que calcular. No habían muchos estudiantes en los pasillos, Marc solo alcanzo a ver unos once durante todo el recorrido; el uniforme era un tanto extraño, usaban una camisa blanca y sobre esta un suéter sin mangas que llevaba lo que Marc pensó que era el escudo del colegio, habían 4 colores para los suéteres naranja, café, azul y turquesa, mas tarde Ashira le explico que esos colores representaban los elementos en los que los estudiantes eran más afinos, los estudiantes llevaban un pantalón acho y una capa negra que por un par de centímetros no tocaba el piso.
Ashira lo llevo a un pasillo que parecía que tenia salida al exterior, y efectivamente salieron del colegio; ya afuera Marc alcanzo a ver un montón de cabañas bastante rusticas pero muy bonitas. Cuando se acercaron lo suficiente Marc alcanzo a ver dos cabañas que destacaban del resto, se veían un poco más grandes y en la puerta estaban detalladas dentro de un circulo la estrella de David, en una puerta decía: “el agua y el viento trabajaran junto para refrescar al mundo” y en la otra decía: “el fuego y la tierra trabajaran juntos para darle calidez al mundo”.
-Aquí es- dijo Ashira.
-Vaya es muy linda- dijo Marc con un sentimiento de satisfacción.
Marc entro en la casa y adentro se encontraba una señora muy madura que olía a rosas y una mujer joven que aparentaba no más de 20 años, tenía unas orejas largas que se extendían hacia los lados de su cabeza, pero fuera de eso se veía bastante normal.
En la cabaña había dos camas individuales, un sofá, una pequeña cocina con un lavatorio y una refrigeradora al lado, dos armarios, una puerta que Marc supuso que llevaba al baño, una mesa no muy grande en el medio de la habitación con dos sillas, una a cada lado, además unas mesas de noche al lado de las camas y un espejo muy bello arre costado a la pared.
-Bienvenido Minos, te hemos estado esperando, mi nombre es Rouall- dijo la señora que olía a rosas, mientras sonreía amistosamente.
-Buenos días señora directora- dijo Ashira mostrando respeto.
-Buenos días señorita Ashira- dijo Rouall mientras asentía con la cabeza.
-Buenos días- se apresuro a decir Marc.
-Buenos días señorito Minos-saludo cordialmente la directora.
-Me gustaría presentarle a su profesora, ella es la señorita Eden, y es un elfo, ella le enseñara todo lo que usted necesita saber acerca de su elemento- hablo la directora con una voz bastante profunda.
-Es un gusto conocerla profesara Edén- decía Marc mientras se fijaba en la profesora, a simple vista la profesora se veía algo torpe y distraída o al menos eso pensaba Marc.
-El gusto es mío- decía la profesora mientras se quedaba viendo el techo.
-Toma, unos libros que vas a necesitar y tu uniforme, espero que te quede- dijo Eden mientras se le acercaba y le sonreía inocentemente.
-Gracias- contesto Marc mientras agarraba el paquete de ropa.
-Rápido, póntelo que tenemos que ir a clases- le dijo Ashira
-Donde esta el baño?- pregunto
-Para qué?- pregunto Ashira.
-Para cambiarme no es obvio- le exclamo Marc.
-Por qué no puedes cambiarte aquí?- pregunto Ashira desconcertada.
Marc cada vez entendía menos la forma de pensar de las personas en este mundo.
-Ashira, Minos viene de un mundo en el que la gente se apena con este tipo de cosas, en el mundo de Minos se podría decir que el desnudo es un tabo y es vergonzoso con la gente del sexo opuesto- dijo Eden con una dulce voz.
-Sí, si exacto, así que por favor podría salir mientras me cambio- dijo Marc suplicando.
-Muy bien, entiendo- dijo Ashira.
Ashira junto con la profesora y la directora salieron de la cabaña, Marc estaba muy feliz de que la profesora Eden lo entendiera tan bien; se apresuro se puso el uniforme, se miro en un espejo grande y alto con un bello y rustico enmarque de madera tallado a mano, no me queda tan mal peso Marc una vez que se puso la capa.
Marc salió de la cabaña afuera solo se encontraba Ashira.
-Que paso con la profesora Eden y la directora?- pregunto Marc.
Ashira se le quedo viendo unos momentos.
-Ellas volvieron a su trabajo, vamos apúrate tenemos que ir a clases- dijo Ashira con ese tono frio de siempre.
Marc estaba decidido y con muchos ánimos de empezar su nueva vida, y para comenzar su nueva vida tenía que cambiar, así que acepto su nuevo nombre y tomo una actitud positiva para darle la mejor impresión que pudiera a sus nuevos compañeros.
Minos como ahora se llamaba Marc, empezó a caminar junto a Ashira para que lo guiara hasta su nuevo salón de clases antes de que entraran en la mansión que era el colegio, Minos alcanzo a ver una chica muy linda sentada en la entrada del colegio, su belleza rivalizaba con la de Ashira, tenía el cabello corto y color rojo intenso, aparentaba estar dormida.
-Hécate, despierta es hora de ir a clases- dijo Ashira algo gruñona.
-Cállate y déjame descansar, corazón de hielo- gruño Hécate.
-Ashira ella es la que controla el fuego?- pregunto Minos.
-Si- le respondió Ashira.
Hécate abrió los ojos y contemplo por unos momentos a Minos.
-Ohh! tu eres el cuarto, Minos verdad?- pregunto Hécate con admiración.
-Sí, supongo- respondió Minos.
-Mi nombre es Hécate, soy la que controla el fuego mucho gusto- dijo Hécate mientas le estrechaba la mano a Minos.
-Mmm… nada mal, tuviste suerte chica fría, tu compañero es bastante lindo, yo no puedo decir lo mismo, la verdad esperaba más de el legendario Joel, pero resulta que está ciego, es un lástima que no pueda ver mi incomparable belleza, no crees querido Minos- dijo Hécate llena de vanidad.
-Mmm… si- respondió Minos apenado y con la cara roja, no podía creerlo, una chica tan linda le estaba diciendo piropos, en ese momento Minos no podía controlar sentirse atraído por Hécate.
-Déjalo en paz, no te metas con él-dijo Ashira con una mirada tan fría que se podía sentir como te atravesaba el pecho.
-Mmm… porque te molesta tanto que lo seduzca, o es que simplemente estas celosa de que yo si puedo y tú no puedes seducir ni a una rata con ese corazón frio como el hielo que tienes- comenzó Hécate a provocar a Ashira.
-Por qué habría de estar celosa de una persona tan sucia como tu- dijo Ashira manteniendo ese frialdad en la voz como siempre.
-Aaaaa… te odio, acaso no tienes sentimientos, siempre tienes esa fría expresión, nunca te enojas, eres como una especie de robot sin sentimientos- dijo Hécate, la que parecía que iba a estallar de ira.
Ashira saco unos lentes del bolsillo se los puso y dijo, prefiero eso a ser una compulsiva y estúpida muñeca superficial, Hécate estaba a punto de explotar de la ira.
-Tú no tienes remedio- dijo Hécate mientras se iba a clases tratando de contener el enojo.
Minos pudo sentir el fuerte sentimiento de rivalidad que había entre esas dos, el ambiente que hubo mientras discutían era casi asfixiante, no podía creer que Hécate tuviera esa personalidad, estaba algo decepcionado ya que la persona que se imaginaba era una persona muy refinado, cordial y generosa.
-No dejes que te seduzca, a ella le gusta jugar con los sentimientos de los hombres- le dijo Ashira.
-Entiendo- le respondió Minos, en ese lugar había gente muy rara vaya sitio para vivir.
Minos camino con Ashira durante unos diez minutos, los pasillos del colegio se parecían mucho y había tantos, si no fuera porque Ashira lo guiaba Minos no hubiera tardado en perderse.
-Llegamos- dijo Ashira
Minos se quedo viendo la puerta de roble, olía a agua de mar.
-Esta es la clase de magia del elemento agua, yo recibo clases al lado, te voy a recoger cuando terminen las clases especializadas para ir a comer y luego a la clase de historia- le dijo Ashira a Minos.
Minos entro a la clase, era un cuarto grande con una piscina enorme y habían también muchos baldes alrededor del cuarto llenos de agua, la atmosfera del lugar era algo pesada se podría decir que había un exceso de humedad en el aire.
-Muy bien chicos, que les parece si le enseño un nuevo conjuro- hablo alto la profesora Eden
Minos se le quedo viendo a la profesora, se veía un poco mas seria que cuando la conoció en la mañana.
-Por cierto hoy tenemos un nuevo estudiante, y que ahora que me fijo bien acaba de llegar, creo que les va a resultar bastante impresionante, el es Minos.
En ese momento todos los estudiantes se le quedaron viendo a Minos, algunos murmuraba, era una sensación bastante incómoda para él.
-Es un placer conocerlos- dijo Minos al frente de sus compañeros.
-No el placer es nuestro- respondieron varios de sus compañeros.
-Hoy vamos a ver un conjuro muy fácil, sirve para la lucha, básicamente nos da control sobre el agua para poder crear una serie de látigo o tentáculos que sirven en un combate a larga distancia, las palabras para activar el conjuro son mizu no contola-dijo la profesora con una voz bastante imponente, Minos aun no había visto a la profesora tan seria.
Minos comenzó a ver a sus compañeros como se acercaban a los baldes, ponían las palmas abierta en dirección de los baldes y comenzaban a recitar el conjuro. Pocas personas lograban formar un látigo de agua bien definido y Minos nunca había practicado, él iba a intentarlo pero las esperanzas que tenia de lograrlo era nulas; Minos se acerco al balde, puso sus manos al frente y dijo mizu no contola, repentinamente Minos sentía como fluía el poder a través de él, en la parte superior de su mano derecha se formo la estrella de David encerrada en un circulo y comenzó a brillar con un color azul marino. Se formaron seis látigos perfectamente definidos alrededor de Minos, Minos no sabía porque pero sabia a la perfección como controlarlos el estaba impresionado de sí mismo, muchos de sus compañeros dijeron que él era un presumido otros lo adularon, Minos no sabía de lo que era capaz.
-Muy bien, no está mal para ser su primer día- le dijo Eden a Minos con una sonrisa que le trajo algo de nostalgia ya que le acordó a su madre.
-Gracias, la verdad es que no sé que estoy haciendo, nunca creí que pudiera hacer tal cosa-dijo Marc con una pequeña risa en la cara y un tono de modestia.
-Mmm… así que un chico modesto, tengamos una pelea- dijo la profesora emocionada.
-Pelear, con usted, pero profesora Eden usted me va a ganar- le respondió Minos
-Vamos no seas gallina, es solo un practica, vamos a ver si puedes pelear contra mi elemento agua, además el resultado no es lo importante lo importante es la experiencia que ganas a combatir- dijo la profesora, tratando de provocarlo.
Minos se quedo pensativo un momento, no estaría mal estrenar sus nuevas habilidades así que accedió.
-MIZU NO CONTOLA!- gritaron simultáneamente Minos y Eden.
De ambos combatientes se formaron ocho látigos, estos se comenzaron a destruir entre sí, pero como el agua es muy moldeable, los látigos se regeneraban casi instantáneamente, los estudiantes dejaron de practicar y se quedaron observando la pelea impresionados.
-Eres bueno, pero, aun te falta mucho para vencer a un profesor- dijo la profesora con ese tono provocativo.
La profesora se quedo quieta unos momentos y dejo de evadir los látigos, icem no congalum, gritó, al decir el conjuro todo el agua del cuarto se congelo, incluso los látigos que Minos controlaba, e increíblemente rápido sin que Minos pudiera hacer nada, había una daga de hielo en su cuello.
-Gane- dijo con orgullo la profesora.
-Vaya profesora usted es increíble- dijo Minos impresionado.
-Ah no es para tanto- dijo la profesora volviendo a esa forma algo torpe y simpática que Minos ya había visto.
Un par de sus compañeros se le acercaron, estaban muy impresionados de conocer al legendario Minos.
-Oye eres increíble, este es tu primer día y ya controlas la magia de agua a un nivel superior a todos nosotros, no esperaba menos de uno de los cuatro- dijo un chico intelectual, sus habilidades no eran precisamente muy buenas, pero parecía un chico simpático.
-Vaya y eso en el primer día, muy pronto vas a poder usar magia de agua si tener agua alrededor- dijo con una sonrisa una chica muy simpática y muy linda que usaba dos colas, una a cada lado de la cabeza, era castaña de ojos verdes, un chica bastante linda.
-La verdad es que esto de la magia es muy extraño para mi, porque tiene agua por todos los alrededores, no veo que la utilicen los conjuros salen prácticamente de el cuerpo- dijo Minos algo confuso.
-Si la usamos pero es solo que no lo puedes ver, el agua que usamos para los conjuros no sala de la nada eso es imposible, la cosa es que usamos la humedad del ambiente por eso es que aquí hay agua por todas partes, es para facilitar la utilización de conjuros, a como uno va avanzando se le va haciendo cada vez mas fácil tomar la humedad de ambiente- dijo la chica.
-Vaya lo dice la estudiante de magia de agua mas talentosa del colegio- dijo el chico que tenia un aspecto algo intelectual y muy débil al mismo tiempo.
-Te equivocas ya no soy la estudiante mas talentosa de magia de agua aquí- dijo la chica sonriendo.
-La verdad es que me gustaría que me enseñaras algunas cosas porque por más talentoso que parezca aun me falta aprender mucho, hasta ahora este es el único conjuro que se me- dijo Minos con la cabeza abajo.
-No hay problema seré algo así como tu tutora personal si quieres te puedo ayudar con la practica siempre que lo necesites- dijo la chica.
-Y yo si quieres podría ayudarte con la teoría ya que por más que no lo parezca esto es una clase teórica también- dijo el chico.
-Gracias son muy amables, es un verdadero placer conocerlos espero que nos llevemos muy bien de ahora en adelante- dijo Minos.
-Mi nombre es Takako, no te burles de mi nombre yo se que es muy raro- dijo la simpática chica.
-No la verdad no me parece tan raro, es un lindo nombre- dijo Minos.
-Vaya pues eres el primero que lo piensa, todos lo demás me dicen que tengo un nombre horrible, por lo que prefiero que me digan T nada mas- dijo la chica.
-Yo soy Auro, es un honor conocerlo- dijo el chico.
-No es necesario tanta formalidad, no soy alguien tan importante-dijo Minos.
El tiempo con sus nuevos amigos se paso demasiado rápido y en un parpadear las clases terminaron así que Minos salió y espero en la puerta a Ashira para que lo guiara a la clase de historia. Mientras esperaba Minos vio de lejos a Haydée, a diferencia de los demás estudiantes esta caminaba sola y eso provoco algo de lastima a Minos.
-Hola como has estado, Haydée- le grito Minos.
Cuando Haydée lo escucho, volvió la cabeza lo miro con una sonrisa pero también con esos ojos de tristeza que Minos reconocería en cualquier parte, soledad; Minos estaba a punto de seguirla pero Ashira lo tomo de la mano y algo enojada jalo por el pasillo, Minos le hubiera dicho algo pero le gustaba bastante que Ashira lo llevara de la mano.
-Te dije que no te relacionaras con ella- le dijo Ashira con esa expresión fría a la que Minos aun no se había acostumbrado.
-Pero que te hizo ella para que la odiaras tanto- le respondió Minos disgustado.
-Mato a mis padres- le dijo Ashira con una expresión un poco triste.
Minos se sintió terrible con Ashira en ese momento, no hallaba como responderle así que solo se quedo callado. Ahora Minos podía entender un poco más a Ashira, pero no podía creer que la chica amable que lo había besado dos veces fuera capaz de hacer eso, entonces recordó la expresión sicótica que tenia Haydée cuando quemo el auto, pero después recordó esos ojos llenos de soledad, unos ojos como los míos, le había dicho, Minos quería saber que era lo que había pasado.
Ashira no le hablo durante el almuerzo ni en las clases de historia, ni si quiera lo miro, después de llegar a la habitación Ashira se fue a tomar un baño, Minos se acostó en su cama y se puso a pensar, habían pasado muchas cosas en un día, lo que más quería hacer en ese momento era disculparse con Ashira. Minos estaba cansado así que rápidamente cayó dormido.

-Minos, despierta, Minos- decía Ashira en voz baja.
- Qué sucede, Ashira qué pasa, qué hora es?- decía Minos aun dormido.
-La una, te voy a enseñar algo, levántate y ponte algo cómodo- le decía Ashira a Minos casi inconsciente.
-Muy bien ya voy- le contesto Minos ya un poco más consciente de lo que hacía.
Ashira salió de la cabaña mientras Minos se cambiaba, Minos busco en su Maleta de ropa que él había alistado antes de irse de casa un abrigo un buso y unas tenis. Minos se cambio y salió de la cabaña, afuera lo estaba esperando Ashira con una blusa de seda, un pantalón que hacia juego con la blusa, por lo que Minos peso que era un pijama, además traía unas tenis muy raras, pero no le extrañaba a Minos ya que allí todo era raro.
-Sígueme- le dijo Ashira
Minos siguió a Ashira, no sabía adónde lo llevaba, pero se quedo callado todo el camino y obedeció, parecía que se estaban adentrando en un bosque, caminaron tal vez una hora o dos.
-Llegamos- dijo Ashira.
Minos volvió a ver, era un lago del que salía mucho vapor, eran aguas termales.
-Ashira, yo quería decirte que lo sien…- Minos no pudo terminar de hablar.
-Lo siento-dijo Ashira
-No debí haberte tratado mal, tu de todos modos no sabias nada, escucha volvamos a empezar en verdad quiero llevarme bien contigo- dijo Ashira arrepentida.
-No, no te disculpes, mira es mi culpa también, así que no te preocupes ni nada no es como si estuviera enojado contigo o que piense mal de ti, a mi también me gustaría llevarme muy bien contigo, después de todo ahora es como si viviésemos juntos- dijo Minos tratando de reconfortarla.
Ashira le sonrió muy levemente a Minos como una señal de agradecimiento y después de eso comenzó a desvestirse y quedo solamente con ropa interior.
-Q…uue…qué haces?- dijo Minos titubeando, no podía dejar de mirar el delicado cuerpo de Ashira.
-Voy a entrar al agua, desvístete también, quiero que me acompañes porque necesito hablar contigo- le dijo Ashira.
-Está bien- dijo Minos tragando saliva.
Minos se apresuro se quito toda la ropa menos el bóxer que andaba, se sintió muy apenado así que se metió inmediatamente al agua para que Ashira no lo viera por mucho tiempo. El agua estaba realmente genial, en el momento en el que Minos entro al agua se sintió tan relajado era una sensación increíble, Minos se sentó al lado de Ashira, Ashira no tenia en ese momento la expresión fría que había tenido todo el día, estaba relajada y de alguna manera satisfecha, Minos por alguna razón se sintió muy bien al verla así, su rostro era increíblemente hermoso puro y delicado.
-Amo este lugar, sabes, este es mi lugar secreto- le dijo Ashira con una voz muy dulce.
Minos solo se le podía quedar viendo, el rostro de Ashira era demasiado hermoso.
-Mmm veo que ya empezaste a dejar tu aspecto humano-dijo Ashira.
-Que dijiste, que tengo, me pasa algo raro?- preguntaba Minos algo desconcertado.
-Tu cabello está cambiando de color, se está poniendo gris, supongo que fue porque hoy fue la primera vez que usaste magia- dijo Ashira con una sonrisa dulce y suave.
-Mmm enserio?- dijo Minos sin poder evitar sonrojarse al ver la cara de Ashira.
-Bueno, no te traje aquí para que nos divirtiéramos, hay algo que quiero contarte- dijo Ashira ya un poco más seria.
-Y qué es?- pregunto Minos.
-Mi pasado- respondió Ashira
Minos se quedo callado y solo escucho, tenía mucha curiosidad por saber lo que había pasado en el pasado con los padres de Ashira.
-Yo nací en el mundo de los dragones, pero yo era diferente yo no lucia como ellos yo nací con esta forma mis padres eran mi único apoyo estaba muy sola ahí. Yo deseaba tanto ser como los demás, me odiaba por ser diferente, hubo una vez de pequeña que logre transformarme en dragón, no sabes la felicidad que sentí en ese momento, pero después de unas horas volví a esta forma, mantener la forma de dragón es bastante cansado, yo la verdad me hubiera muerto de la depresión de la soledad si no hubiera sido por mis padres, ellos siempre me protegieron de todos los que me llamaba demonio, monstro y demás. Aproximadamente cuando cumplí doce llego Haydée y me dijo porque yo era así, al principio no le creía, así que me lo comprobó haciendo estallar en llamas un bosque, en ese momento conocí su segunda naturaleza, cuando quemo el bosque su rostro cambio, parecía otra persona totalmente diferente, disfrutaba de esa destrucción, cuando mis padres la vieron realizando tal atrocidad, se preocuparon por mi y fueron a detenerla enseguida-Ashira no podía evitar tener una cara triste mientras hablaba.
Minos recordó la expresión de Haydée cuando incendio el auto frente a el.
-Cuando mis padres trataron de detenerla para que dejara de destruir el bosque, Haydée, con un rostro cruel y despiadado, hiso que mis padres explotaran en llamas al frente de mis ojos y después de esto creo que volvió en si porque se tiro al suelo a lamentar lo que había hecho, yo me puse a llorar por mis padres y en el momento que supo que eran mis padres comenzaron a salir lagrimas de sus ojos y intento disculparse conmigo, yo en ese momento la quería matar como la iba a perdonar por algo así solo que era una niña muy débil como para hacer algo, ella me trajo aquí después de yo no quería pero me trajo a la fuerza, irme de ese lugar no me dolio tanto ya que mis padres eran lo único que tenía en el mundo, tal vez un cambio de vida con personas parecidas a mi sería bueno después de todo, pero me costó mucho adaptarme, paso una semana y yo estaba muy deprimida lloraba siempre y siempre estaba sola, Haydée ya se había tratado de disculpar con migo, aparentemente ella tiene dos personalidades, la amable que tú conoces, y una totalmente agresiva y sanguinaria, la que mato a mis padres, yo jamás la iba a perdonar por lo que le hizo a mis padres frente de mis ojos, en ese momento ni siquiera me podía perdonar yo por no haber podido hacer nada, estaba sola y lo único que podía hacer para desahogarme era encerrarme en mi habitación a llorar, en ese momento conocí a Hécate, aunque pienses que nos llevamos mal ella es lo más cercano a una amiga que tengo, ella me reconforto, me animo y me dio fuerzas para seguir viviendo, no le importo que fuera una chica rara que se apartaba de todo el mundo, después de eso comencé a llamar más la atención cuando me lucia con mis conjuros de aire, Hécate ama ser el centro de atención así que ella se convirtió en mi rival aparte de mi amiga, y nos peleamos muy seguido, pero aun así de vez en cuando venimos aquí y nos divertimos un rato, enserio la aprecio mucho, y en cuanto a Haydée, me imagino que sabes por qué la odio tanto, ella se llevo lo más preciado para mí- Ashira tenía un expresión de angustia que le partía el corazón a Minos.
- Perdóname, eh sido una persona muy insensible- dijo Minos con una voz muy amable tratando de hacerla sentirse mejor.
Minos al ver a Ashira tan decaída la abrazó, un amistoso abrazo por el hombro, él quería disminuir el sufrimiento por el que estaba pasando Ashira al recordar, quería que al menos ella se sintiera mejor, serle un apoyo.
-Puede que no pueda comprender todo el dolor por el que has estado pasando, pero puedo estar aquí para que no tengas que sufrir sola, soy tu amigo y no me gustaría verte mal- Minos hablaba de una manera muy reconfortante y amable.
Ashira se sentía muy mal pero las palabras de Minos la hacían sentirse un poco mejor, no dijo nada y abrazo a Minos, no sabía porque pero el hecho de estar a su lado la hacía sentirse casi renovada.
-Estudiantes que creen que están haciendo, miren la hora que es, a esta hora casi desnudos en unas aguas termales y abrazándose así, no me dejan más remedio que impartirles un severo castigo- grito una señora baja y gorda, lucia muy estricta, y también enojada.
Minos ahora que lo pensaba estaba abrazando con su cuerpo semidesnudo a Ashira que estaba solo en ropa interior, a Minos no le hubiera gustado que su madre lo mirara en una situación así.
-Perdónenos, profesora Elaina- dijo Ashira con todo la cara roja, se notaba que estaba avergonzada, a Minos le gusto mucho ese lado de Ashira.
-Esperen a que le cuente esto a la directora Rouall, ella va a ser muy severa con ustedes- gritaba alto la profesora.
Minos y Ashira salieron de agua y se mudaron, fueron escoltados hasta su habitación, y como castigo decidieron no llevarlos en el siguiente viaje escolar, esto a Minos lo desilusiono mucho porque esa era una oportunidad perfecta para conocer las ciudades y la cultura de el mundo de los magos, Minos estaba cansado así que fue directo a la cama, Ashira igual, los dos chicos se miraron fijamente a los ojos por unos momentos y se acostaron a dormir.

-Minos despierta se hace tarde- le gritaba Ashira.
Minos inmediatamente se levanto y se cambio de ropa no había tiempo para baños.
-Es tarde, ah demonios- decía gruñendo Minos mientras se ponía el uniforme y se lavaba la cara.
-Lo siento me quede dormida, es mi culpa- decía Ashira con la cabeza abajo.
-No te eches toda la culpa, también tengo un poco de culpa- Le decía con una despreocupada sonrisa Minos.
Ashira se sonrojo, por alguna razón cuando vio directamente a la cara de Minos se sentio algo nerviosa y abrumada, se sentía bien. Minos se volvió a ver al espejo para arreglarse un poco el cabello y confirmo lo que le había dicho Ashira la noche pasada, tenía una gruesa mecha de cabello gris en el cabello, se pregunto por qué habría de pasar tal cosa, pero no se le veía tan mal así que no le importo.
-Hey, Ashira, de qué tenemos clase hoy?- pregunto Minos mientras se peinaba.
-De sellado y una de sincronización- respondió Ashira tratando de ponerse un zapato.
-Sellado, qué es eso?- pregunto Minos.
-Conjuros de inmovilización o para separar el alma del cuerpo del enemigo cosas así, la mayoría son defensivos- respondió Ashira.
-Ya veo- dijo Minos algo asustado, mientras pensaba, separar el alma de cuerpo, lo magos de verdad son peligrosos.
Ashira y Minos se fueron corriendo hacia la clase de sellado, cuando al fin llegaron Minos la verdad quedo algo sorprendido al ver a la profesora, era la misma que los había encontrado ayer en las aguas termales, la profesora Elaina.
-Estudiantes Ashira y Minos, llegan tarde, espero que tengan una buena escusa- dijo Elaina con esa voz gruesa e intimidante que tenia.
-No, lo sentimos mucho- respondieron simultáneamente Ashira y Minos.
-Lo voy a dejar pasar esta vez, pero si vuelven a interrumpir mis clases recibirán un severo castigo, ahora por favor tomen asiento que quiero continuar con mi clase- dijo severamente la profesora.
Ashira y Minos se apresuraron a tomar asiento, el salón de clases era similar al de Historia, había diferentes niveles en el suelo y los pupitres se situaban alrededor del escritorio de la profesora.
-Como les estaba diciendo, el conjuro mizu no ningenketum es un conjuro del elemento de agua que sirve para inmovilizar el cuerpo de una persona, como ya saben en el cuerpo hay agua, este conjuro nos da control sobre el 20 o 30% del agua que posee el organismo, claro eso porcentajes son lo más alto a lo que ustedes podrían llegar un profesor esta en un nivel un poco más alto, para el oponente no es letal pero es suficiente como para inmovilizarlo, solo ha existido una persona que ha utilizado este conjuro para matar y ese fue Minos, su control sobre el agua era tanto que el conjuro le brindaba el control del 100% del agua que poseía el organismo, lo suficiente como para controlar los movimientos de una persona y también para hacerla estallar desde adentro, es un conjuro bastante peligroso como pueden ver, pero es también bastante complicado, la mayoría de ustedes hoy no van a llegar ni a un 5% de control, así que a practicar, necesito dos hechiceros del tipo agua así que Minos, Letrón, pasen al frente-la profesora parecía divertirse asuntado la clase.
Minos obedeció, bajo y se paro frente a la profesora, miro a su lado y vio un tipo alto de cabello lacio, el pelo le tapa los ojos, parecía que usaba lentes y se veía algo anémico.
-Letrón, tengo muchas esperanzas en ti, se que eres un magnifico hechicero de agua, y en cuanto a ti Minos, me gustaría ver la capacidad de la reencarnación del legendario Minos- dijo Elaina con un tono algo siniestro.
Mmm si- dijo Minos nervioso.
-Primero Letrón- hablo la profesora Elaina.
Minos y Letrón se pusieron frente a frente y se alejaron unos metros.
-Mizu no ningenketum- grito Letrón.
En ese momento se formo un círculo por debajo de Minos, Minos comenzó a sentir como el cuerpo le pesaba y casi no podía moverse.
-Muy bien Letrón, conseguiste un 11% de control, no esperaba menos de ti, ahora es el turno de Minos- dijo con voz firme la profesora.
Letrón detuvo el canjuro, Minos estaba algo nervioso pero tenia que dar lo mejor de si para cumplir con las expectativas de todos, mizu no ningenketum, al principio el conjuro lucia igual al de Letrón, pero cuando se formo el circulo por debajo de su compañero, en este se dibujo por dentro la estrella de David, y nuevamente en su mano comenzó a brillar la estrella encerrada en un círculo, parecía que esta se marcaba en su mano cada vez que Minos usaba un conjuro, casi inmediatamente a Letrón le comenzó a salir sangre por la boca y la nariz, luego comenzó a gritar de dolor, Minos detuvo el conjuro inmediatamente, Letrón cayo inconsciente, toda la clase estaba atónita, uno de los estudiante fue a levantar a Letrón y a llevarlo a la enfermería.
-Muy interesante, así que este es el poder de el nuevo Minos, estudiantes deberían admirarlo, su compañero logro un 59% de control en el primer intento, sin duda eres la reencarnación del legendario Minos- dijo la profesora a la que parecía no importarle el estado de Letrón.
Minos volvió a su asiento con la cabeza abajo, se sentía culpable por lo que le había hecho a su compañero.
-Lo hiciste bien, no te preocupes por él, cosas así pasan muy a menudo- le dijo Hécate a Minos con una voz muy suave y dulce.
Minos dejo de sentirse mal en un segundo, hablar con Hécate era muy reconfortante.
-Lo hiciste genial bien hecho Minos- le grito de lejos su simpática compañera Takako.
El apoyo de sus compañeros era muy reconfortante, Minos se apresuro a tomar su asiento a la par de Ashira.
-Muy bien espero que lo practiquen bastante porque para la siguiente clase quiero un dominio mayor al 20% para todos los estudiantes de la clase de agua para los estudiantes de fuego, aire y tierra espero que aprendan a dominar los otros conjuros que les he enseñado esta mañana- dijo la profesora.
-Vaya que profesora mas estricta- dijo Minos algo asustado por el carácter de su profesora.
Termino la clase y Hécate se levanto de su asiento junto con un muchacho, fueron hacia donde estaba Minos y Ashira, Takako salió con Auro de la clase y le hiso una señal de saludo a Minos, este lo correspondió con un saludo igual.
-Hey Minos querido, me gustaría presentarte a cierto muchachote que quería conocerte- dijo Hécate con ese tono seductor y dulce que la caracterizaba.
Ashira se vía un poco molesta, lo que sorprendió a Minos era difícil ver a Ashira molesta.
-Este es Joel, es el especialista en tierra- dijo Hécate.
-Es un honor conocerlo señor Minos- dijo Joel haciendo una reverencia.
-No tienes porque ser tan formal, además también es un placer conocerte, solo dime Minos, yo la verdad no soy un persona muy importante para que me trates así- dijo Minos.
-Entendido, Minos-dijo Joel.
-Bueno es un inicio- dijo Minos resignado.
La verdad Joel lucia como un tipo bastante genial, tenía el pelo negro y una piel un poco pálida, usaba una venda que le cubría los ojos y gran parte de la frente, luego se acordó que Hécate había mencionado una vez que Joel era ciego.
-Aunque Joel sea ciego, es todo un genio en las peleas, deberías verlo Minos querido-dijo Hécate.
-Deja de decirle Minos querido, que seguro lo molesta- dijo Ashira con esa expresión de algo molesta.
-A mi Minos querido no le molesta, verdad que no Minos?- dijo Hécate provocativa.
-No, no importa- respondió Minos nervioso.
-Muy bien dile como quieras, yo mejor me voy a comer algo- dijo Ashira mientras se daba vuelta y salía del salón.
-Mmm… que interesante- dijo Hécate en voz baja.
-Mmm dijiste algo?- le pregunto Minos a Hécate.
-No, nada- dijo Hécate.
-Tengo una idea grandiosa, porque no te enfrentas a Joel, eh Minos, que mejor manera de conocerse mejor que en una buena pelea amistosa- dijo Hécate.
-Pero no creo que Joel quiera deberías pedirle su opinión también- dijo Minos tratando de evitar una pelea innecesaria.
- Para mí sería un honor combatir contra uno de los legendarios cuatro grandes hechiceros- dijo Joel.
-La verdad es que solo conozco dos hechizos y aun no soy muy apto para pelear, además el también es uno de los cuatro legendarios hechiceros no, seguro soy solo una basura para él- dijo Minos tratando de meter una escusa.
-Eso no importa, te puedo decir un par mas y ya vas a estar listo- dijo Hécate, definitivamente quiero ver una pelea de estos dos pensaba.
-Muy bien, entiendo lo haré- dijo Minos algo deprimido.
La verdad Minos no podía oponerse a una chica tan enérgica e insistente como era Hécate, solo había algo que lo tenía inquieto, se preguntaba que le había pasado a Ashira, se fue algo molesta, se preguntaba si estaría bien.
-Está decidido, solo necesitamos un profesor como réferi, ahhh tengo una idea, Joel lleva a Minos al campo de batalla del colegio, yo me las arreglare con lo del réferi- dijo Hécate mientras salía corriendo del salón.
-Sígueme, por favor- dijo Joel educadamente.
-Esta bien, pero, te dije que no te dirigieras a mí con tanta formalidad, trátame como a un amigo, como a un igual- dijo Minos.
-Muy bien, sígueme Minos-dijo Joel con un tono más amistoso y menos cordial.
-Ves así me gusta, amigo- dijo Minos sonriendo.
Joel salió con Minos del salón, y lo comenzó a guiar, lo que a Minos le pareció muy raro, es decir lo estaba guiando un ciego.
Hey Joel como haces para ubicarte en este lugar tan grande y confuso?- le pregunto Minos curioso.
-Puede que no pueda ver pero puedo sentir todo el lugar, atreves del suelo y de las paredes puedo formar una imagen más o menos detallada de todo el colegio, no puedo decirte que te puedo ver pero tengo una idea de cómo eres- le decía Joel amigablemente.
-Vaya Joel eres increíble- le dijo Minos impresionado.
-No es para tanto- dijo Joel con una sonrisa.
Minos tenia un poco de miedo, iba a pelear contra un experimentado mago que de una u otra forma podía ver todo lo que pasaba a su alrededor, lo más seguro era que le daban una paliza. Caminaron por un rato, el colegio era bastante grande pero tenía pocos estudiantes, ya que Minos no se topo ni uno durante todo el recorrido.
-Joel por que habiendo un colegio tan grande hay tan pocos estudiantes?- pregunto curioso Minos.
-Eso es porque no todo el mundo nace con los dotes para aprender a usar magia, de hecho los jóvenes como nosotros de este lugar que pueden llegar a ser magos son muy pocos, en este colegio solo hay dos clases y eso que es el único colegio para magos que hay, aquí están reunidos todos los jóvenes talentosos de todos los pueblos de magos- dijo Joel.
-Llegamos- dijo Joel.
Estaban en una habitación enorme, parecía un gimnasio o un estadio reducido, en el medio del lugar había un circulo pintado en el suelo y cerca se encontraba un lago artificial, en el medio del circulo se encontraba Hécate y la profesora Eden.
-Vaya nos la arreglamos para llegar antes que ustedes- grito la profesora Eden.
-Hey chicos, miren quien va a ser su referí- les gritaba de lejos Hécate.
-Espero una pelea bastante impresionante- dijo la profesora.
Minos había comenzado a entender que la profesora Eden amaba las peleas, porque solo la veía así de emocionada cuando se trataba de pelear.
-Hey, Minos acércate-le susurro la profesora al chico.
-Qué pasa- le dijo Minos mientras obedecía.
-Te voy a decir dos conjuros fuertes que te podrían servir, el primero mizu no kokoro, sirve para formar un arma a partir del agua, esta arma es diferente en todas las personas, esta en tu corazón así que no te preocupes por si sabes usarla o no, es un conjuro bastante básico todo el mundo lo conoce pero es bastante fuerte, y el otro tal vez te de algunos problemas porque es magia avanzada, aunque seas un experto en conjuros de agua tu control del elemento hielo es nulo o muy poco, di icem no lansum y aparecerá un lanza de hielo irrompible, bueno que tengas suerte Minos- le dijo la profesora animándolo.
Minos y Joel entraron al círculo, se miraron a los ojos y se desearon suerte.
-Pueden empezar, chicos- dijo emocionada la profesora.
Minos sabia que Joel gracias al suelo podía tener una imagen de todos sus movimientos, así que comenzó con un hechizo que no le iba a dar esa ventaja.
-Mizu no contola- dijo Minos en voz baja.
Los ocho látigos que se formaron de la espalda de Minos fueron directamente hacia Joel.
-No me lo pongas tan fácil, tera no kokoro- grito Joel mientras se formaban dos sables, uno en cada mano de Joel, el se estaba empezando a emocionar, Minos podía verle algo alegre.
Con una velocidad increíble Joel desintegro a cortes los ocho látigos, Minos se quedo atónito, Joel era muy fuerte, si este no funciona aun me quedan tres pero no puedo usar el conjuro de sellado es muy peligroso, pensó Minos.
-No te distraigas- le grito Joel mientras se abalanzo corriendo hacia Minos.
Piensa rápido, necesito bloquear ese ataque, eso es, espero que funcione, pensaba aceleradamente Minos, se comenzaba a dar cuenta del poderoso rival que era Joel.
-Icem no lansum- grito Minos.
-Un conjuro de hielo, imposible el aun no puede tener ese nivel- dijo Joel.
En la mano derecha de Minos se formo una poderosa lanza de hielo, Joel lo ataco directamente con los dos sables, Minos uso la lanza para bloquearlo, pero esta después de unos instantes se resquebrajo y se partió en dos, Joel retrocedió.
-Me lo imaginaba, aun no tienes el nivel suficiente como para usar los conjuros de hielo apropiadamente- le dijo Joel.
-Bueno solo me queda un conjuro- le grito Minos de lejos.
-Te refieres al mortal conjuro de sellado- le grito Joel.
-No, ese no lo uso ni loco, no soy tan estúpido como para usar ese conjuro en un amigo, me refiero a este, mizu no kokoro-grito Minos.
-Mmm muy interesante quiero ver cuál es tu fuerza cuerpo a cuerpo- le dijo Joel
En la mano de Minos se comenzó a formar algo similar a una espada, era una Katana japonesa.
-Deberías rendirte, no creo que me puedas ganar con una simple Katana- dijo Joel.
-Eso nunca, tal vez sea difícil y tal vez no lo logre, pero, mi padre me dijo una vez que al retroceder lo único que haces es huir de ti mismo, los problemas se enfrentan cara a cara, no hay que rendirse solo porque la situación sea difícil y las probabilidades estén contra ti, la verdadera fuerza es la determinación para seguir adelante ante cualquier adversidad, por eso aunque este deprimido y no quiera seguir nuca me rindo, porque siempre escucho las palabras que me dejo mi padre, y esta no es de excepción- la cara de Minos estaba más serio que siempre, era pura determinación.
En ese momento el colgante de Minos empezó a brillar, Minos se lanzo contra con un poderoso ataque hacia Joel a una increíble velocidad, Joel casi no podía sentir sus movimientos, le costaba un increíble trabajo esquivar sus ataques, eran demasiado rápidos y no dejaba aberturas, no podía atacar, como podía ser tan fuerte y que era ese extraño brillo, se preguntaba Joel.
-Vaya, no eres tan débil después de todo, amigo- le dijo Joel a Minos mientras intentaba esquivar sus ataques.
-No debiste subestimarme- dijo Minos sonriendo.
-Muy interesante, determinación, entonces ese es el sentimiento que guarda el collar de Minos- decía la profesora.
-Profesora desde cuando Minos es tan fuerte, nunca creí que pudiera causarle tantos problemas a Joel?- le pregunto Hécate a Eden.
-Sabes Hécate, cada colgante que ustedes llevan puesto reacciona a un sentimiento del usuario, en el caso de Minos es la determinación, este sentimiento permite a Minos un aumento de sus capacidades físicas y mentales, es algo como la adrenalina- le dijo la profesora.
-Minos es increíble, profesora cual es el mío?- le dijo Hécate.
-Eso no te lo puedo contestar, debes averiguarlo por ti misma- le contesto la profesora sabiamente.
Joel estaba exhausto, Minos también, pero se notaba quien era el que estaba ganado, Minos tenia el control de la pelea, Joel ya no podía mas.
-Eh perdido, eres increíble Minos, me alegra que seas mi amigo- le dijo Joel mientras se reía y se desmayaba por el agotamiento.
-Termina la pelea, el ganador, es Minos- grito la profesora.
-Bueno eso ya no importa, lo que importa ahora es la salud de Joel- decía Minos mientras se subía a Joel en la espalda para cargarlo.
-Minos, llévalo a la enfermería, yo los excusare por la ausencia a la profesora de sincronización, tu solo descansa- le grito la profesora.
-Entendido- dijo Minos mientras se iba.
-Minos no deja de sorprenderme, es un chico muy amable y muy fuerte- decía Hécate fascinada.
-Mmm creo que a alguien le comenzó a gustar cierta persona-dijo la profesora algo burlista.
-Ahh, profesora Eden eres muy cruel- le reprocho Hécate un poco avergonzada.
Minos estaba cargando a Joel hasta la enfermería, pero de camino se le olvido como llegar a la enfermería, el lugar era un tanto confuso, Minos no lograba orientarse.
-Ahhh… que problemático, creo que me perdí- suspiraba Minos.
-Es hacia la derecha- dijo cansado Joel.
-Ahh veo que ya despertaste, me has salvado- dijo con alegría Minos.
-No hay de que, amigo- dijo Joel sonriendo.
-Joel, dime como era tu mundo?-pregunto Minos.
-Mi mundo era bastante triste, las personas eran muy antisociales, y predominaba el hambre. El lugar era muy árido, casi todo era tierra, la tecnología era nula, la verdad es que mi mundo era horrible en comparación con este. Mis padres eran las únicas personas con las que hablaba, eran personas muy gentiles pero también algo egoístas y sobre protectores.
-Tu hogar suena algo triste- dijo Minos.
-Pero sabes no era tan malo, mi hogar era muy cálido, aunque estaba en un hueco bajo la superficie del suelo, la calidez que producía estar con mi familia no tiene explicación-dijo Joel.
-Te entiendo, cuando vivía con mi papá y cenábamos mi mamá, mi papá y yo todos juntos como una familia, era el momento más reconfortante del día, las familias si que son geniales-dijo Minos mientras pensaba en su mamá y se preguntaba como estaría ella.
-Si tienes razón Minos-le dijo Joel.
Minos y Joel llegaron a la enfermería, una vez ahí se acostaron en unas camillas individuales y se durmieron casi instantáneamente, estaban muy cansados, minos se comenzaba a dar cuenta que usar magia no era algo sencillo, de hecho era agotador.

Por otra parte Hécate y Eden ya habían llegado a la clase de sincronización, la que se daba en la afueras del colegio, en el patio trasero para ser mas especifico.
-Profesora Fooler, me gustaría disculpar la tardía de la señorita Hécate y la ausencia de los estudiantes Minos y Joel, que en este momento se encuentran descansando en la enfermería después de una intensa pelea, estaban bajo mi supervisión así que no hay ningún problema, y la señorita Hécate me estaba acompañando- dijo Eden seriamente.
-Entiendo, profesora Eden- dijo Fooler.
-Señorita Hécate por favor forme una pareja con la señorita Ashira que se quedo sin pareja-dijo la profesora Fooler.
Eden se retiro y Hécate fue donde se encontraba Ashira.
-Dime Hécate, qué fue lo que paso?-dijo Ashira.
-La verdad es que fue increíble, Minos y Joel se enfrentaron en una pelea amistosa, los dos fueron increíbles, su velocidad y fuerza me dejaron impresionada-dijo Hécate.
-Como esta Minos?, ya sé que Joel no tiene sentido de piedad, el es muy serio con cualquier pelea- dijo Ashira un poco preocupada.
-El está bien, el que está más grave es Joel, el pobre se desmayo por agotamiento y Minos lo llevo a la enfermería- dijo Hécate.
-Eso quiere decir que Minos- dijo Ashira un poco sorprendida.
-Sí, Minos fue el ganador, lo hubieras visto, estuvo tan genial, si no te pones seria te lo voy a quitar- decía Hécate sonriendo.
-De que hablas, el no es mío, ni siquiera me gusta-decía Ashira nerviosa.
-No deberías mentirte a ti misma, pero la verdad no te culpo, es un tipo increíble, creo que a mí también me gusta- dijo pensativa Hécate.
-Cuando hablo de su determinación lucio tan genial, y después de eso su colgante reacciono y comenzó a pelear increíble- decía Hécate mientras veía el cielo.
-Su colgante reacciono- dijo Ashira sorprendida y curiosa.
-Si, según la profesora, nuestros colgantes reaccionan a un sentimiento de nuestros corazones y cuando esto sucede ganamos un poder increíble, en el caso de Minos era la determinación- le decía Hécate a Ashira.
-Vaya Minos es increíble, me pregunto cual será el mío- decía Ashira.

Minos despertó y a la par se encontraba Ashira y Hécate, Joel aun estaba durmiendo.
-Que están haciendo aquí chicas?- les pregunto Minos.
-Estábamos esperando a que despertaran-dijo Ashira con la expresión de siempre.
-Cuanto hemos dormido?- seguí preguntando Minos.
-Mmm mucho debería decir ya es bastante tarde- decía reprochándose Hécate.
-Joel debe de estar muy cansado, aun está profundamente dormido- dijo Hécate.
-Es obvio después de esa increíble pelea que me dio, y después el término guiándome hasta la enfermería porque me perdí- dijo Minos alegre.
-Tienes que acostumbrarte al lugar rápido-dijo con Hécate con una sonrisa.
-Qué mas paso mientras estaban de camino a la enfermería?-pregunto Hécate.
-Nos pusimos a hablar y Joel me hablo de su familia y de su mundo-dijo Minos.
-No dejas de sorprenderme Minos, lograste que Joel hablara de su pasado, el debe considerarte un buen amigo, el ni siquiera habla de esas cosas conmigo que soy su mejor amiga- dijo Hécate impresionada
-Enserio, me alegra ahora se que tengo un amigo en quien confiar- dijo Minos feliz.
-Mmm pero nos tienes a nosotras también- dijo Hécate quejándose.
-Si, pero no es lo mismo, ustedes son chicas- dijo Minos gruñón.
Joel abrió los ojos.
-Ohh ya despertaste- le dijo Minos a Joel.
-Cuanto dormí?-pregunto Joel.
-Mucho-dijo Minos.
-Lo siento- dijo Joel.
-No te disculpes somos amigos, además yo desperté hace poco.
Joel sonrió, mas tarde los cuatro fueron l sus respectivas cabañas y se acostaron, aunque Minos había dormido mucho aun tenia sueño, pasaron muchas cosas ese día estaba feliz porque por fin tenía un amigo, alguien con el cual pasar el tiempo, Minos era muy feliz en su nuevo mundo tenía dos geniales amigas y buen amigo y una profesora que le caía muy bien y que lo apoyaba mucho, Eden por supuesto. Minos extrañaba mucho a Recio y Randy pero no pensaba perder el tiempo lamentándose y extrañándolos tenia que ver hacia delante y tratar de vivir lo más feliz que pudiera, su mamá le dijo que ella siempre estar pensando en él y que no iba a estar solo, eso le daba algo de fuerzas a Minos para seguir adelante, aunque extrañaba a su mamá más que a nada.

En la mañana Ashira y Minos se levantaron temprano y cuando salieron se encontraban Hécate y Joel afuera esperándolos.
-Cuales son las clases de hoy?- pregunto Minos.
-Historia y Combate libre- respondió Joel.
-Ahh historia, por qué demonios existe una materia tan aburrida- reprochaba Minos.
-Supongo que tiene que existir una materia que torture a los estudiantes- dijo Joel sonriendo.
-Sabes en mi mundo el colegio es mucho mas diferente, tenemos muchas clases diferentes en un día y no solo dos, además los recesos son mucho mas cortos, aquí solo hay un receso y es muy largo-dijo Minos.
-Mmm tu mundo suena algo extraño, en mi mundo la educación era impartida por los padres- dijo Joel.
Los dos chicos se le adelantaron a Ashira y a Hécate, estaban muy amistosos.
-Ahh a estos chicos que les pasa, si se conocieron ayer y hoy parecen amigos de la infancia- decía Hécate con rostro cansado.
-Supongo que el pensamiento de los chicos funciona de una manera muy simple, intrigante- dijo Ashira fría y calculadora como siempre.
-Vaya si que agarran confianza fácil, los chicos son algo raros- dijo Hécate.
-Intrigante- se seguía repitiendo Ashira.
Llegaron a la clase de historia, la que Minos etiquetaba como la clase más aburrida del mundo y el profesor no ayudaba, era un tipo alto, muy alto, con una larga barba roja, que estaba calvo pero siempre usaba peluquín, tenia unos lentes enormes parecía que tuviera dos enormes lupas tapándole los ojos, era un tipo algo raro.
-Estudiantes, atención, hoy se han inscrito cuatro estudiantes muy importantes a nuestro colegio, y estoy hablando del príncipe Kero, la princesa Kamila y sus dos jóvenes guarda espaldas, así que espero un buen trato de su parte, pueden pasar altezas-dijo el profesor con mucho respeto.
Kero y Kamila entraron acompañados de sus guardaespaldas.
-Mi nombre es Kero y soy un especialista en el elemento fuego, es todo un placer- dijo un chico con un acento refinado, no era mucho mas alto que Minos, tenia el cabello negro y ojos azules, a Minos no le causo muy buena impresión pero parecía que todas la chicas estaban fascinadas, lo que no le agrado mucho a Minos.
-Yo soy Kamila, soy especialista en el elemento tierra, es un placer- dijo la princesa con un tono muy dulce que por alguna razón no logro cautivar el pensamiento de Minos aunque era una chica muy linda, su cabello era muy largo, lacio y era negro, sus ojos al igual que los de su hermano eran un azul profundo, todos los chicos del salón estaban a punto se regar las babas en el pupitre, los únicos que parecían normales eran Minos y Joel.
-Ellos son nuestro guardaespaldas y desde ahora nuestros compañeros también, les presento a Daniel y Daniela- dijo Kero con ese acento elegante que por alguna razón molestaba tanto a Minos; los dos guarda espaldas lucían algo simples, el cabello de ambos era rubio, Daniela lo usaba corto, como por los hombros, y Daniel lo usaba largo, algo alborotado con una cinta en la frente, la verdad es que Daniel parecía Daniela y viceversa, vaya sujetos mas extraños pensaba Minos.
-Es un gusto-dijeron simultáneamente Daniel y Daniela, cada vez se hacía más obvio que era hermanos.
Los príncipes y sus guardaespaldas tomaron asiento justo al frente de donde estaban Minos y Joel, Minos solo pensaba, que tipos más anticuados en mi mundo hace tiempo que desaparecieron los títulos como príncipe o princesa. La clase paso mas rápido de lo que Minos creyó, estuvo hablando con Joel un buen tiempo pero lo que hiso la clase divertida fue Takako que no paraba de lanzarle bolitas de papel al profesor en la cabeza, el muy tranquilo del profesor no hacia nada ni siquiera parecía molestarle, Auro por supuesto parecía que quería detener a su amiga aunque esta lo ignoro por completo ella volvió a ver a Minos y este le hiso una seña de aprobación, definitivamente Takako era la chica mas divertida de ahí, Ashira es la chica mas fría del mundo, Hécate con solo hablar con ella una vez Minos supo que era algo inmadura y caprichosa, y Haydée la compañera que traía tanta curiosidad a Minos, ni le hablaba, esta parecía tener una aura obscura a su alrededor, Minos sabia que no estaba bien pero para ser un poco mas sensible con Ashira este sabia que no le podía dirigir la palabra, el receso llego mas rápido de lo esperado.
Minos y Joel fueron afuera para merendar algo entonces vieron cuando salió el príncipe Kero y se les acercaba.
-Ustedes son Joel y Minos, me equivoco- dijo con un tono presumido Kero.
-Si por que algún problema- dijo Minos repugnante.
-Hey Minos debes tratarlo con más respeto- le dijo preocupado Joel.
-Yo lo trato como me dé la gana, en mi mundo ya no existen los títulos de príncipe o rey, este tipo no es diferente a mí así que no tengo que tratarlo con respeto- dijo Minos despreocupado.
-Yo solo me venía a presentar formalmente, pero no puedo tolerar lo que dijiste, yo soy muy diferente a ti, yo soy el príncipe un futuro heredero al trono mientras tu solo eres un plebeyo con habilidad- dijo furioso Kero.
-Ahhh…-suspiro Minos.
-Me lo imagine, era tan obvio esperar este tipo de actitud de alguien como él, escucha me estas arruinando la meriendo porque mejor no te vas- dijo Minos cansado.
-Te reto a un duelo plebeyo irrespetuoso, te enseñare la diferencia entre un plebeyo y la sangre real- dijo Kero furioso.
-Ahhh… otra vez lo de los títulos, cuando quieras presumido-dijo Minos mientras tranquilamente se metía un emparedado a la boca.
-Se me informo que ahora continuaremos con una clase de combate libre, se mi compañero, así te enseñare la diferencia entre tu y yo-dijo Kero mientras reía y se marchaba muy seguro.
-No te debiste de meter con él, es muy fuerte, generalmente los descendientes reales lo son, pero él en especial se dice que es un verdadero genio, se dice que a los once años ya era suficientemente fuerte como para derrotar a un mago de alto calibre- dijo Joel preocupado por su amigo.
-No hay problema, no pienso perder ante un tipo como él, mi madre siempre me dijo que los tipos que se creían más que los demás eran solo escoria, me pregunto si la princesita es igual de compulsiva que su hermano- decía Minos pensativo.
-No sé por qué pero siempre que te escucho hablar así, me dan ganas de creer en ti, aunque no puedo dejar de estar preocupado- dijo Joel con una sonrisa.
-Por supuesto, ya verás que no voy a perder- dijo Minos con mucha confianza.
Minos y Joel terminaron de merendar, anduvieron por ahí un rato mientras terminaba el receso y se dirigieron a la clase de Combate libre, que era en el lugar donde Minos lucho con Joel, el profesor se llamaba Marcus y era un tipo que daba algo de miedo, alto y fornido pero una cara muy amable, su cabello era azul similar al de Ashira, Minos se preguntaba porque todos ahí tenían colores tan raros en el pelo, inclusive Minos que llego con el pelo café y ahora era totalmente gris.
La clase la separaban en dos en un lado estaban la chicas y en el otro los chicos.
-Muy bien muchachos elijan a dos chicos para que vayan a pelear al centro del circulo y chicas después es su turno así que vayan pensando en alguien- dijo el profesor.
Los elegidos por parte de los chicos fueron Minos y Kero, fueron hacia el círculo y se colocaron en posición.
-Te dije que a mi no me importan cosas tan triviales e inútiles como los títulos, así que no esperes compasión- dijo Minos confiado.
Todos lo estudiantes estaban mirando concentrados, era una batalla entre el príncipe y el chico que heredo las habilidades del poderoso Minos.
-Shana no inwolfus- grito Kero.
Instantáneamente se formaron de una llama 9 lobos de fuego e inmediatamente fueron a atacar a Minos. Minos trato de pensar en algo para contrarrestarlos, entonces se acordó, vamos funciona, pensaba Minos.
-Icem no congalum- grito Minos.
Toda la atmosfera se empezó a enfriar, el agua del lago artificial se congelo, el frio era demasiado, pero los lobos parecían inmunes al frio. Los estudiantes estaban impresionados, inclusive el profesor miraba muy atento.
-Ese conjuro por si no lo notaste no te va a servir de nada- dijo Kero burlista.
La jauría de lobos de fuego se acercaban rápidamente a Minos pero este no parecía preocupado, mas bien había una siniestra risa en su rostro.
-Vamos a ver si tienes tanta razón- dijo Minos con una confiada sonrisa.
De repente del suelo en el que estaban los lobos comenzaron a salir dagas y dagas de hielo, una tras otra esta comenzó a rodear a los caninos y luego a cubrirlos por completo formando una clase de cúpula de hielo capturando así el conjuro del príncipe, y al no tener oxigeno los lobos se fueron consumiendo poco a poco, al er que estos desaparecieron Minos removió el hielo, parecía que un conjuro de hielo aun era mucho para el porque lo había dejado agotado.
-Maldito, te atreviste a contrarrestarlos, no creí que pudieras usar el elemento de hielo a ese nivel, me voy a tener que poner serio- dijo Kero enfurecido.
-La profesora Eden me dijo que hay una gran cantidad de tuberías de agua bajo este sitio y eso es para beneficiar a los magos de clase agua, no creo que puedas ganarme en un lugar asi- dijo Minos sin la mas mínima preocupación.
-Shana no kokoro- grito Kero, se formo una espada enorme, dorada y tenía el mismo símbolo que tenían Kamila y Kero en las capas, el símbolo imperial.
Kero agito la espada y un mar de llamas se abalanzo contra Minos.
-Mizu no contola- dijo Minos, tenia que pensar rápido algo con que cubrirse.
Minos logro contrarrestar el calor de las llamas con sus látigos de agua que después se evaporaron, pero justo después de salvarse de la ola de fuego producida por Kero, venia otra, estaba demasiado cerca Minos no la pudo esquivar, esta lo lanzo unos metros atrás, estaba muy quemado.
-Te dije que hay una gran diferencia entre nosotros- dijo Kero riéndose.
-Cuantas vez te lo tengo que decir, tu no eres diferente a mí, por eso no puedo perder ante ti, si pierdo decepcionare a mi amigo al que le prometí que te vencería, y te daré el lujo de creer que eres superior a mi, por eso no perderé, aunque me tires al suelo me levantare y seguiré peleando no me voy a dar por vencido tan fácil – le gritaba Minos con esa expresión de decisión mientras trataba de levantarse.
-Vaya que molesto eres, ya te dije que es imposible que me ganes-dijo Kero molesto.
-Mizu no kokoro- grito fuerte mientras su colgante comenzaba a brillar y se volvía a formar la katana en la mano de Minos.
Minos se levanto, y con esa velocidad indescriptible, ataco a Kero, Kero contrarresto el ataque con algo de dificultad, pero aun así no parecía que Minos fuera un problema para él.
-No me voy a rendir tan fácil- dijo Minos mientras cruzaba espadas con Kero.
-Imposible, como puedes tener estas habilidades, me dijeron que tu habías venido a este mundo hace muy poco, como puede un novato igualar el poder de la sangre real- se decía Kero desconcertado.
-Bueno es hora de que me ponga un poco mas serio- dijo Minos con un rostro que le dio un poco de miedo a Kero.
Minos lanzo ataque tras ataque a Kero pero este los bloqueaba, aunque Minos no le permitía atacar tampoco parecía estar haciéndole mucho daño o cansándolo mucho, pero de repente en uno delos ataque que dio Minos Kero simplemente no pudo hacer nada no solo tenia la poderosa Katana de Minos de frente sino que tenia dieciséis dagas de hielo alrededor se su cuello, el ambiente nuca dejo de estar frio Minos lo pudo haber atacado con esas dagas desde el principio pero estaba muy cansado y tenia que recuperar energía de algún modo, no se le ocurrió otra cosa mas que atacándolo directamente mientras hacia tiempo.
-Pero cómo?… tu conjuro… nunca lo decidiste, has estado esperando un buen momento- Kero estaba desconcertado.
-Te dije que por un simple titulo no te hacia diferente a mi, vamos descansar un rato Kero eres muy fuerte y creo que estoy algo cansado- dijo Minos amablemente.
Kero se quedo mirando a Minos, quedo atónito, las quemaduras ya no estaban, que tipo mas impresionante pensaba.
-Muy bien, rival-dijo Kero.
-Rival?-dijo Minos.
-Así es desde ahora serás mi rival, lucharemos como iguales- dijo decisivo Kero.
-En ese caso, será todo un honor- dijo Minos.
Minos se fue a sentar junto a Joel, estaba muy casado, él solo le daba una sonrisa de aprobación.
-Esa fue una excelente pelea, hace ya tiempo que no tenía estudiantes tan talentosos, ahora es turno de las chicas- dijo el profesor con una sonrisa.
Minos se quedo viendo cuales chicas iban a mandar, eran Ashira y la princesa Kamila, Minos estaba emocionado quería ver cuáles eran la habilidades Ashira.
Minos vía como la tierna e inocente cara de la princesa cambiaba totalmente a una totalmente seria y despiadada.
-Eso sí es un problema, pobre chica esa que va a luchar con mi hermana- dijo Kero que se había sentado cerca de Minos.
-Por qué lo dices?- pregunto Minos.
-Mi hermana, mmm, como te lo explico, es una persona totalmente diferente cuando esta peleando, yo nunca le he podido ganar en un pelea- dijo Kero suspirando.
-Si, pero aun así creo que Ashira puede ganar- dijo Minos confiado.
-Déjame decirte que la única que no tiene esperanzas de ganar es la princesa- dijo Joel.
-A que te refieres?- pregunto Kero.
-Solo mira, estas apunto de ver a la hechicera más poderosa de los cuatro pelear- dijo Joel.
Toda esta conversación despertaba mucha curiosidad en Minos.
-Jajaja… lo siento por ti muñeca pero no creo que salgas ilesa de esto, yo no soy tan débil como mi hermano- le gritaba Kamila a Ashira mientras reía.
-Tera no metroika- grito Kamila.
Del suelo comenzaron a salir muchas piedras totalmente redondas, eran unas treinta, todas se suspendieron en el aire, Ashira lucia indiferente.
-Tera no atakum- grito Kamila con una risa de victoria en el rostro.
Se formo un gran circulo por debajo de Ashira e inmediatamente un puñado de tierra la cubrió por completo, Ashira ni siquiera cambio la expresión de su rostro.
-Jajaja… ya gane, profesor será mejor que se prepara para llevar a Ashira a la enfermería, por que puede que le quiebre algunos miembros- gritaba Kamila muy segura.
Vaya chica más problemática, pensaba el profesor.
-Ahora- grito Kamila.
Todas las esferas de piedra que estaban suspendidas en aire se dispararon a gran velocidad hacia donde estaba Ashira inmóvil, todas impactaron y dejaron a su vez una gran nube de humo muy denso que no dejaba ver el estado en el que Ashira se encontraba.
-Les dije que no tenía oportunidad contra mi hermana- suspiro Kero.
-La pelea no ha terminado- dijo Joel con una sonrisa.
De repente en el lugar donde estaba Ashira se formo un enorme tornado que llegaba hasta el techo, la fuerza del viento era tal que algunos estudiantes salieron despedidos unos metros. Cuando el tornado se disipo Ashira estaba en el medio y de ella salían unas enormes alas de dragón color azul.
-Sabes, no me gustan las princesas- dijo Ashira con unos ojos fríos y penetrantes, sus ojos ya no eran los mismos ahora en lugar de las pupilas redondas tenia rendijas como los de una culebra o más bien un dragón.
-Que demonios eres tu?- dijo impactada Kamila.
-Alguien a la que no debiste provocar, Kaze no pushdem- dijo Ashira en voz baja.
Una potente ráfaga a presión hizo lanzada a Kamila hacia la pared, esta inmediatamente perdió la conciencia.
-Que alguien lleve a su compañera a la enfermería-dijo el profesor.
-Yo me encargo- dijo rápidamente Daniela con un rostro muy preocupado por la princesa.
Minos estaba impresionado, no sabía que tan fuerte era Ashira, se alegro de tenerla de compañera y no de enemiga. Ashira volvió a la normalidad y se fue a sentar.
-Hay corazón frio contente un poco más para la próxima, es la princesa de Foumage, debiste ser un poco mas considerada- le reprocho Hécate.
-Lo siento no me agradan las personas como ella-dijo Ashira, ella lucia totalmente indiferente a las palabras de su amiga.
-Lo sé, pero igual evita dejar a la gente inconsciente, quieres- le dijo Hécate.
-No lo puedo creer, venció a mi hermana y ni siquiera sudo, esa chica es…-Kero estaba atónito
-Un dragón- dijo Joel.
-No, es mi mujer ideal, mira esa frialdad tan tierna con la que habla, es súper fuerte, y súper atractiva, sin duda será mi mujer- dijo kero muy decidido.
Minos por dentro quedo atónito, que le pasaba por la mente a este sujeto, se decía, le gustaba Ashira, a Minos eso lo puso muy inquieto y algo molesto.
-Puedes intentarlo pero Ashira te va a rechazar, todos los chicos que se le han confesando los ha rechazado de la manera mas despiadada posible, por algo le dicen la chica de corazón de hielo- dijo Joel.
-Pues no me importa, aunque me rechace me levantare y seguiré peleando por mi amor- dijo Kero con mucha confianza.
Esas palabras le resultaron muy familiares a Minos, que chico tan patético pensaba, no podía creer lo que estaba diciendo, ese chico no tenia remedio.
-Estas mal de la cabeza- dijo Minos con cara de cansansio.
-Jajajajaja…jajajaja… ninguna mujer me rechazara, no con mi inigualable atractivo jajajaja…-decía Kero con ese acento que Minos ya no se soportaba.
Al terminar la clase Minos y Joel fueron afuera del colegio y se acostaron a recibir lo que quedaba de sol, Kero por otra parte fue a ver como se encontraba su hermana.
-Joel tengo una idea-dijo Minos.
-Vamos al lugar secreto de Ashira- dijo Minos con una sonrisa maliciosa.
-Donde es?- pregunto Joel.
-Sígueme, te va a encantar- le dijo Minos mientras se levantaba y salía corriendo.
Joel lo siguió, se adentraron en el bosque que quedaba del lado de las cabañas hasta que llegaron a las aguas termales.
-Aquí es, desvístete porque nos vamos a dar un relajante baño- dijo Minos emocionado.
-Mmm entiendo- dijo Joel.
Los dos chicos se desvistieron y entraron en las aguas termales.
-Vaya esto se siente muy bien-dijo Joel muy relajado.
-Si es enserio increíble- dijo Minos alegre.
Por otra parte Ashira y Hécate estaban caminando por el colegio, estaban buscando a Minos y a Joel pero era como si se los hubiese tragado la tierra.
-Hey Ashira corazón de hielo, últimamente se te ve un poco menos fría, espera un momento, si es cierto, eso solo pasa cuando estas con Minos- dijo Hécate burlándose.
Ashira se ruborizo.
-De que hablas, muñeca estúpida compulsiva- le grito nerviosa Ashira.
-Mmm… ya me lo dijiste todo, nunca te has alterado, y mira como viniste a reaccionar. En verdad te gusta eh Ashira- dijo Hécate comprensiva.
-Te dije que no, así que cállate- dijo Ashira un poco más calmada, pero igual de ruborizada.
-Entonces ahora más que nunca somos rivales a muerte, Ashira-dijo Hécate con un tono muy serio.
-Vamos a ver quien cautiva primero el corazón Minos- dijo Hécate.
-Aaaa pero si es mi primer amor, por favor corresponde a estos sentimientos que me queman de pasión por dentro y cásate conmigo- dijo Kero que estaba al frente de las dos chicas.
-Lo siento pero ya tengo un chico en mi corazón, se que tal vez no puedas pero debes aprender a vivir sin mi- dijo Hécate dramáticamente.
-No me refería a ti me refiero a la hermosa dama a tu lado- dijo Kero mientras tomaba la mano de Ashira y la besaba.
-Queee!!!! Pero por qué Ashira?- decía Hécate que estaba a punto de estallar de ira.
-Fácil esta doncella cautivo mi corazón con esa hermosa expresión de su rostro, ella es la mujer de mi vida, así que cásate conmigo y reina a mi lado-dijo Kero poniéndose de rodillas.
-Hermosa expresión, chico tu no estás enfermo?- decía Hécate con un rostro algo palido.
-Entonces amada mía, que me vas a contestar- dijo Kero con una voz seductora.
-No ni en sueños, creo que eres alguien patético-dijo Ashira con esa voz mirada tan fría que podía matar.
Ashira y Hécate siguieron caminado como si nada hubiera pasado, mientras Kero estaba paralizado en el pasillo, nunca nadie lo había rechazado, y fue el rechazo más cruel que se pudo haber imaginado sintió como una daga de hielo le atravesaba el corazón.
-Hey Ashira no fuiste muy dura con el príncipe- le dijo Hécate.
-No importa lo superara, el corazón humano esta hecho para sufrir y a hacerse mas fuerte atreves del dolor, lo superara-dijo Ashira con frialdad.
-Ashira, tu no tienes remedio, tu sensibilidad es cero- dijo Hécate.
-Hécate por qué no vamos a aquel lugar a relajarnos un poco, hace algún tiempo que no vamos nosotras dos- dijo Ashira sonriendo.
-Ashira, si lo pones así no voy a poder negarme- dijo Hécate sonriendo.
Minos y Joel estaban aún en las aguas termales.
-Eh Minos, donde crees que estén las chicas?- pregunto Joel.
-No tengo la menor idea, haciendo cosas de chicas supongo- dijo Minos sonriendo.
-Si supongo, eh Minos nos vamos ya?-pregunto Joel.
-Si pero primero tenemos que secarnos, no podemos ponernos la ropa mientras estemos empapados, así que, vamos a acostarnos detrás de esa piedra a esperar a que se nos seque el agua- dijo Minos.
-Si supongo que tienes razón- dijo Joel.
Minos y Joel se recostaron detrás de una enorme piedra que reposaba junto a las aguas termales.
-Hey Ashira desvístete, rápido- sonó la voz de Hécate.
-Ya se, no tienes porque decírmelo- sonó la voz de Ashira.
-Amigo escuchaste lo mismo que yo- susurro nervioso Minos.
-Lamento que si amigo, si esas dos chicas descubren que estamos aquí me temo decirte que no nos espera un brillante futuro- dijo Joel increíblemente nervioso.
-Vamos amigo que tan malo puede ser no exageres de esa manera porque me das miedo- dijo Minos nervioso.
-Y tienes que tenerlo, el año pasado hubo un pervertido que se atrevió a entrar en el baño donde estaba Hécate duchándose, ha el lo internaron en el hospital por cinco meses por fractura de brazos piernas y algunas costillas y órganos internos en el tórax también resultaron gravemente heridos, todo fue causado por una serie de golpes administrados por Hécate- dijo Joel con el rostro serio.
-Vamos la Hécate que conozco no seria capaz de algo así- dijo Minos que cada vez se poni mas nervioso.
-Es que esa no fue la Hécate que conocemos, cuando la ira de Hécate es mucha como para controlarla, su cerebro se bloquea y se pone en blanco, lo que le da camino a su segunda personalidad a manifestarse, muchos estudiantes le dieron el nombre de la locura del demonio, Hécate enloquece y destroza todo en su camino hasta agotarse, cuando se agota cae en un profundo sueño y despierta como la Hécate que conocemos- Joel se veía algo preocupado.
-No, estas bromeando- dijo Minos tragando saliva.
-No- dijo Joel seriamente.
-Ahhh esta agua tan cálida le sienta muy bien a mi cuerpo desnudo, es casi como energízate, me encanta venir aquí- decía gustosamente Hécate.
-Amigo, no conoces un conjuro que nos saque de esta-dijo Minos ya un poco asustado por las palabras de su amigo.
-Conozco uno, pero si nos descubren estamos perdidos- dijo Joel.
-No te preocupes, yo tengo uno que las puede detenerlo suficiente como para escapar- dijo Minos con confianza.
Minos y Joel se quedaron un momento escuchando.
-Hey Hécate, que crees que pase cuando nos envíen a la guerra- dijo Ashira.
-Guerra?, Joel de que esta hablando?-dijo Minos desconcertado.
-No estoy seguro, después de ti yo soy el mas nuevo, escuche de un conflicto con unos magos adictos a la naturaleza, pero nunca de mandar a los estudiantes a la guerra - dijo Joel igual de desconcertado que Minos.
-La verdad es que no lo sé, si te soy sincera tengo algo de miedo, la guerra declarada por el grupo Handen podría involucrarnos a nosotros en cualquier momento- dijo Hécate angustiada.
-La verdad es que no me gustaría involucrarme en la guerra, ahora mismo solo quiero estar aquí- dijo Ashira.
-Dicen que los Handen se han apoderado del pueblo de Lerron, esos tipos le están causando muchos problemas a la corona, creo que el rey y la reina mandaron a sus hijos al colegio para prepararlos para la guerra, aparentemente cuando esos sujetos se apoderan de una aldea le es imposible a los magos recuperarla y eso que los Handen son un grupo mucho mas pequeño- dijo Hécate.
-Tal vez tengas razón, creo que muy pronto no veremos luchando contra los Handen- dijo Ashira suspirando.
-Que demonios pasa en este lugar, como pueden involucrar a estudiantes en una guerra?-decía Minos algo enojado.
-Contrólate un poco Minos, nos pueden escuchar, mañana hablaremos con ellas- decía Joel tratando de tranquilizar a Minos.
-Eh Ashira, vamos a segur buscando a Minos y a Joel, te parece-dijo Hécate.
-Está bien- dijo Ashira cansada.
Minos y Joel se quedaron esperando a que las chicas se fueran, luego salieron de donde estaban escondidos y se vistieron.
-Joel, primero vamos a hablar con la directora, ella debe poder explicarnos la situación- dijo Minos enojado.
-No puedo creer que me separaran de mi familia solo porque me necesitaban para la guerra- dijo Joel enfurecido.
Los dos amigos se dirigieron inmediatamente hacia la oficina de la directora para hablar en privado con ella, de camino se encontraron con la profesora Eden.
-Chicos que hacen aun en el colegio?, ya son las seis, todos los estudiantes deberían estar en sus cabañas- dijo la profesora despistadamente.
-Venimos a hablar en privado con la directora- dijo Minos furioso.
-Mmm por qué, paso algo?- dijo la profesora.
-Dígame profesora Eden, usted sabía que van a involucrar a los estudiantes en la guerra- dijo Joel serio.
-Ahh te refieres a eso, no creí que se los iban a contar tan pronto- dijo la profesora angustiada.
-Entonces si sabia, y dígame, era eso por lo que nos reunieron a nosotros cuatro?- dijo Minos tratando de controlar la ira.
-La verdad es que no estoy segura, pero, es muy probable- dijo la profesora.
-Vamos Joel, tenemos que hablar con la directora- dijo Minos.
Minos y Joel siguieron y dejaron a la profesora de lado, estaban muy enojados, Tanto como Joel como Minos se habían despedido de sus familias para conocer este mundo, y ahora resulta que los trajeron solo para involucrarlos en una guerra.
Llegaron a la puerta de la oficina de la directora Rouall, era enorme y tenia grabada una imagen de una guerra entre lo que parecían elfos y magos. Minos y Joel entraron.
-Que se le ofrece- sonó la profunda voz de la directora.
-Señora directora, dígame, nos trajo para participar en la guerra?- pregunto Minos conteniéndose.
-Si- respondió Rouall si ninguna culpa.
Minos estaba apunto de comenzar a gritarle a la directora todo lo que pensaba.
-Pero, la guerra es solo una de las razones- dijo Rouall tranquilamente.
-Por qué? para qué mas nos necesitan?- pregunto Joel mas calmado.
-Ustedes cuatro y las cinco personas mas capaces del colegio dejaran de asistir al centro en poco tiempo, les ocupamos para una importante mision- la directora sonaba muy seria.
-Y que pasa si me niego- dijo Minos enojado.
-Nada, solo que no creo que quieras abandonar a tus amigos en esa peligrosa misión- dijo la directora muy segura.
-Dígame que va a pasar con los otros estudiantes- dijo preocupado Joel.
-Cuando ustedes se vayan les daremos un entrenamiento especia para ir a la batalla- dijo Rouall despreocupada.
-Por qué tiene que involucrarnos a todos nosotros en la guerra?- dijo Minos.
-Fácil, esto es una guerra y cada recurso es vital, además nuestro ejerció no es muy grande y necesitamos todo el apoyo posible- decía la directora sin mostrar culpabilidad.
-Que manera mas despreciable de pensar- dijo Minos mirando furioso a la directora.
-Señor Minos usted no tiene idea de lo que esta pasando aquí, no tiene idea de todo lo que hemos sufrido nosotros los hechiceros para llegar a tener la posición que tenemos, pero supongo que es parte de su naturaleza detestar la guerra, Minos era así, por eso fue que se fue al mudo humano a buscar un hogar mas pacifico-dijo la profesora.
-Yo no permitiré que nos involucren a todos nosotros en la guerra- dijo decisivo Minos.
-Mmm y que puedes hacer tu- dijo la directora.
-Aun no lo se, pero, no lo permitiré- dijo Minos.
-Por que pone tanto empeño en proteger a los estudiantes del colegio, digo usted apenas los conoce- pregunto Rouall.
-Por que, tengo buenos amigos aquí, puede que lleve muy poco de haberlos conocido pero aun así son mis amigos, además estoy seguro de que nadie desea participar en la guerra- dijo Minos.
-Es probable que tengas razón, pero la mayoría de estudiantes no tiene opción, muchos estudiante de este colegio pertenecen a la nobleza, ejemplo son los hijos menores de el rey, si ellos se niegan a participar en la guerra serán juzgados por traición a la corona y sentenciados a muerte, es cruel lo sé, pero es un ley que nos rige desde tiempos antiguos- dijo algo angustiada la directora.
-Si te soy sincera, yo estaba opuesta también a la idea de mandar a mis estudiantes a la guerra, pero fue una orden directa del rey así que no me pude negar- dijo Rouall mientras miraba las estrellas por la ventana detrás de su escritorio.
-Voy a hacer algo al respecto lo juro, no voy a permitirles involucrarnos en una guerra- dijo Minos con mucha determinación.
-Si es así, te deseo suerte- dijo la directora muy suave, tanto que ni Minos ni Joel la alcanzaron a oír.
Minos y Joel salieron de la oficina de la directora para volver con Ashira y Hécate, necesitaban aclarar algunas cosas con sus compañeras. Los dos amigos se separaron a la hora de llegar a las cabañas. Cuando Minos entro a su cabaña estaba Ashira sentada en su cama algo preocupada.
-Ashira hay algo que necesito hablar contigo- dijo Minos muy serio.
-Donde estabas?, te estuve buscando- dijo Ashira curiosa.
-Primero dime, cuando me tenias pensado contar lo de la guerra?-dijo Minos seriamente.
Ashira miraba a Minos angustiada.
-Como te enteraste?-pregunto Ashira mirando hacia otro lado.
-Eso es irrelevante, dime estas de acuerdo en simplemente y a pelear en la guerra, digo tú no estas obligada tu igual que yo tienes otro lugar a donde ir- dijo Minos desconcertado.
-Te equivocas, yo ya no tengo otro lugar adonde ir, yo perdí mi única familia y nunca tuve amigos, todo lo que tengo se encuentra aquí- decía Ashira cada vez mas angustiada.
-Lo lamento Ashira, pero no pienso permitir que mis nuevos amigos se pongan en peligro de esa manera, por favor Ashira no participes en esa guerra, tu no eres de la nobleza, no tienes porque- dijo Minos implorando.
-Lo se pero no puedo abandonar a mi mejor amiga, Hécate pertenece a la nobleza, ella es hija de un importante conde, yo le hice una promesa no la abandonaría- dijo Ashira tratando de hacer comprender a Minos
-Eso no lo sabía, supongo que no tengo opción, la verdad es que odio la guerra, pero si ustedes tienen la obligación de participar entonces yo las acompañare, no pienso dejar a personas que aprecio arriesgarse solas- dijo Minos algo deprimido.
-Pero eso no significa que me he dado por vencido, buscare una forma ya veras de evitar esto- dijo Minos con una sonrisa.
-Minos lo único que puedo hacer en este momento es agradecerte, y confiar en tu palabras- dijo Ashira un poco ruborizada.
-Gracias por confiar en mi Ashira- dijo Minos sonriendo.
-Vamos a dormir que estoy algo cansada- dijo nerviosa Ashira mientras se tapaba la cara con las rodillas, tenia la cara roja.
-Esta bien, yo también estoy cansado- dijo Minos.
Minos y Ashira se acostaron a dormir, Minos se quedo pensando un rato antes de caer dormido, él no sabia que iba a hacer pero no podía dejar a sus compañeros involucrarse en algo tan peligroso como una guerra.